La Flor de Barracas, un bodegón porteño clásico, busca dueño

El célebre bar notable necesita de un empresario que lo regrese al circuito gastronómico.

Son pocos los establecimientos, del rubro que sea, que puedan jactarse de tener más de 100 años. Resulta más común en Europa, pero en un país que apenas superó los dos siglos de historia, la chapa de centenario es como un blasón de nobleza.

Es el caso de La Flor de Barracas, café notable fundado en 1897. Sin embargo, el paso del tiempo no es garantía de perpetuidad, y al igual que muchos restaurantes y cafés, el negocio se vio obligado a cerrar sus puertas durante la pandemia, pero luego su propietaria se lo prestó a los trabajadores.

“La Flor”, como se la conoce en la zona, es Victoria Oyhanarte, hija del que fuera juez de la Corte Suprema, quien lo compró en 2009. Durante la pandemia se lo cedió en comodato a Xito Potillo, cocinero histórico de la casa, y a Ramón Agüero, especialista en pizzas y pastas.

Además, tiene una planta alta con nueve habitaciones que pretendía funcionar como hostel, pero que fueron intrusadas. Victoria acaba de recuperar ese espacio y actualmente lo tiene en alquiler, tanto el bar, que está en la planta inferior, como la parte residencial.

Atractivos no le faltan, empezando por sus 125 años de historia (por más que la fecha de inauguración oficial sea de 1906, funcionaba anteriormente), y su bagaje arquitectónico, munido de pisos calcáreos, techos altos y ventanas en guillotina.

El edificio sobresale como un promontorio en la esquina de Av. Suárez y la cortada Arcamendia, apellido de uno de los integrantes de la tripulación que vino con Garay desde Asunción, bajando por el río a fundar Buenos Aires.

Es de esperar que, a pesar de la crisis, el turismo extranjero en ascenso, y los vecinos nostálgicos de la bohemia de “su Flor”, sean suficiente aliciente para que un inversor ponga a nuevamente a funcionar al rancio café.


Author: Cucinare

Día de la Madre: 10 regalos para festejar en familia

Chocolates, sushi, pizzas, cajas, hay propuestas para todos los gustos...

Comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.