Cómo tener un árbol de palta en una maceta en tu casa: guía paso a paso

Qué carozo usar y la técnica para hacerlo germinar. Todos los tips para que la planta dé el fruto tan preciado.

La palta es uno de los frutos más valorados del momento por su sabor, su valor energético y sus nutrientes.

Pero además de conseguirlo en la verdulería, es posible tener una plantita en casa en una maceta. Te contamos cómo.

En este paso es fundamental que no elimines la corteza de la semilla (de color marrón), ya que será necesaria para que el proceso funcione.

Lo primero que hay que hacer es clavarle 4 escarbadientes a media altura al carozo. La idea es que haya uno por cada cara. Para aprender cómo cultivar palta, procurá que estén clavados a una profundidad de unos 5 mm.

Poné el carozo sobre el vaso lleno de agua. La punta más angosta debe estar mirando hacia arriba. La idea es que los escarbadientes lo mantengan a flote gracias a que quedarán situados encima de la boca del vaso. Solo la mitad del carozo debe quedar sumergido en el agua.

Intentá que el vaso con la palta esté en un lugar en el que dé el sol (una ventana, por ejemplo). Así evitarás que pueda surgir moho o bacterias alrededor.

Cambiá el agua cada dos o tres días y tené paciencia. Recordá que, a la hora de aprender cómo sembrar palta, el carozo debe estar siempre sumergido por la parte más ancha.

Debería comenzar a echar raíces a las tres o cuatro semanas de haber comenzado el proceso.

Siempre que cambies el agua, intentá no dañar la raíz de la palta porque son muy delicadas.

Cuando la planta haya crecido lo suficiente, es hora de plantarla en la tierra.

La planta de palta ya debe tener un tamaño considerable y hojas nuevas (ya debería haber sufrido una poda a estas alturas).

Para plantarla, usá una maceta de unos 25 cm de altura. Llenala de tierra hasta dos centímetros más abajo del borde. Luego cavá un agujero lo suficientemente profundo en la tierra para meter la planta de palta.

Procurá que el tronco y la punta del carozo queden fuera de la tierra. Luego tendrás que regarla cada día lo suficiente para que la tierra esté húmeda.

Seguí haciendo esto durante algunos años y tendrás un espectacular árbol de paltas.

Intentá que parezca que crece de forma “natural”. Los carozos pueden tardar mucho en generar raíces. Por eso es recomendable intentar imitar las condiciones meteorológicas al máximo posible.

Por ejemplo, para acelerar el proceso e imitar las condiciones de luz de la tierra, podés cubrir la parte de la palta sumergida en el vaso con papel aluminio.

Protegela del frío. Si aún no es muy grande la planta y vivís en una zona fría, es mejor que no esté plantada en la tierra directamente, ya que no se lleva bien con las bajas temperaturas. Mejor transplantala a una maceta durante los meses fríos y tenela dentro del hogar.

El carozo siempre tiene que estar húmedo. Si la parte inferior del carozo no tiene humedad constante, se secará. Y si se seca, será imposible que pueda tener raíces.

El cambio de agua mientras está germinando es innegociable. Si no cambiás el agua asiduamente, el carozo puede llenarse de moho o bacterias y la planta enfermará, no creciendo cómo estaba previsto inicialmente.

Todas las paltas se convertirán en árbol, pero no todo los árboles darán frutos. Sobre todo en relación a las paltas que hayas adquirido en una frutería.

Muchas están modificadas genéticamente y los árboles en los que se conviertan serán lindos, sí, pero lamentablemente no siempre darán frutos.

Lo ideal es usar el carozo de una palta que se haya obtenido de un árbol. De esta forma te asegurás que si la cultivás, en el futuro se convierta en un árbol que dé paltas.


Author: MarianoJ

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