La ruta de la centolla, clave de la gastronomía patagónica

Un recorrido gourmet a la vera del mar para aquellos que decidan recorrer la Patagonia.

La Patagonia atlántica es una de las maravillas geográficas, plena en recursos naturales, donde el extenso litoral está dibujado por los accidentes geográficos y la fauna en estado salvaje con puntos turísticos y puertos pesqueros de envergadura.

Su principal activo es la enorme riqueza pesquera del Mar Argentino, con productos de excelencia como la merluza negra, el atún, la corvina y el congrio, y frutos de mar como la centolla, el langostino, el mejillón, el calamar, el cangrejo y el pulpo.

Al extremo sur de esta región se encuentra Ushuaia, donde hace poco más de tres años 15 familias decidieron formar un corredor agro turístico, el más austral del planeta, que cuenta con una amplia variedad de opciones gastronómicas, agro turísticas y recreativas, en un contexto de bosques y cascadas que conforman el paisaje fueguino. Es la llamada “Ruta de la Centolla”.

Cuentan Laura Febo y Macarena Ceriani, del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), que “desde Puerto Almanza hasta Punta Paraná, las familias de productores lugareños ofrecen servicios de gastronomía típica fueguina (centolla, mejillones, merluza negra y moluscos), visitas guiadas a producciones de frutas finas y hortalizas, y prácticas de trekking, canotaje y cabalgatas. Las familias que integran el circuito se dedican principalmente a la pesca artesanal: a la extracción de centollas, centollón y moluscos, incorporando el cultivo del mejillón (mitilicultura) y de esta manera, dando impulso a la economía turística de la región”.

La centolla tiene una carne nacarada, suave, que si bien se cocina de distintas formas, la mejor manera de comerla es al natural, cocida y aderezada apenas con un poco de limón. Desde la isla Gable hasta Ushuaia, su captura está vedada desde el 1 de marzo hasta el 30 de junio. En cambio, de la isla Gable hacia el Norte, no existe veda.

Cuenta Ernesto Vivian, propietario de Kaupé, uno de los prestigiosos restaurantes de Ushuaia, que “vale la pena hacer este camino en los meses de verano, que es muy lindo (en invierno hay riesgo por el hielo). En Puerto Almanza hay un boliche en particular que se llama Puerto Pirata, de Diana Méndez, que saca a los comensales al mar a bordo de un bote Zodiac, para sacar a las langostas de sus trampas (así se pescan), para luego llevarlas a tierra y cocinarlas. Es un programa pintoresco”, afirma el afamado restaurador.

¿Habías escuchado hablar de la ruta de la centolla?


Author: Cucinare

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