Mezclar el vino con otras bebidas o productos, una costumbre que crece entre los argentinos

Un estudio mostró cómo se transformaron los hábitos a la hora de consumir la gran bebida nacional.

El vino se mueve y las generaciones más jóvenes, aquellas donde se encuentran los nuevos consumidores, están rompiendo con varios hábitos y “protocolos” a la hora de tomarlo. Es que ya no se considera pecado mezclarlo con otras bebidas, tales como soda, gaseosas, frutas o hielo. A partir del próximo párrafo, los puristas deben abstenerse.

Es que llegó al mundo del vino una generación mucho más descontracturada que las anteriores, que no tiene temor de pasar vergüenza o quedar como que no sabe de vinos si lo diluye con otros productos.

De acuerdo con una encuesta de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), un 46% de quienes toman vino regularmente lo mezclan con algo más. A los ingredientes ya descriptos se agregan las hierbas aromáticas, gajos de frutas cítricas. Pero si se trata del rango etario entre los 18 y 34 años, los “sacrílegos” que rebajan el vino llegan a un 72% del total. En cambio, arriba de los 55 años, un 71% toma su copa de vino pura.

“Antes el vino era algo elitista y en el último tiempo está cambiando la tendencia y la comunicación de las bodegas: ahora sirve para ‘tomar algo’. Claro que eso de mezclarlo con alguna otra cosa depende de qué tipo de vino sea: conviene hacerlo con algún vino joven, cosecha del año anterior o de los primeros meses de el que está en curso, más bien frutado, con poca madera, que no sea una gran reserva”, explicó Pablo Colina, head sommelier de Vico Wine Bar, en diálogo con Clarín.

Y agregó como recomendación: “Conviene mezclar un tinto con cítricos como naranja o limón, mientras que un rosado o un blanco combinan mejor con frutas rojas o hierbas como romero, albahaca y lavanda”.

¿Sos de agregarle algo al vino? ¿Con qué te gusta tomarlo?


Author: Cucinare

Comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.