Oporto, la bebida espirituosa vintage que vuelve a estar de moda

Te contamos qué sucede con este rancio vino de origen portugués.

El oporto es un vino fortificado al que se le añade aguardiente antes de que termine la fermentación. Este proceso lo estabiliza de forma que le permite resistir los cambios de temperatura y humedad de los largos trayectos marítimos que el comercio de antaño imponía. Además, le permite conservar el dulzor de la uva que lo caracteriza. También hay que decir que existen diferentes variedades del mismo.

A pesar de que tradicionalmente se produce en el interior de Portugal, en el Alto Douro, el vino toma su nombre de la ciudad de Oporto, localizada en la costa del Atlántico, y desde donde ha sido tradicionalmente exportado, sobre todo a Inglaterra, país que por razones históricas es muy aficionado a esta bebida.

¿Cómo es el proceso de elaboración? Una vez cosechada, la uva se lleva hasta Vila Nova de Gaia. Luego comienza la fermentación y el jugo de la uva se mezcla con aguardiente vínica neutra. Esto corta la fermentación del azúcar de la fruta, por lo que permanece siendo un vino dulce. A este tipo de vinos se les conoce como vinos fortificados, y como tal, tienen un elevado porcentaje de alcohol que oscila entre los 19° y 22°.

Durante mucho tiempo el Oporto fue una bebida de nicho, y en los últimos lustros se la consideró “demodé”, como un producto de aparador de “señora mayor”, y se la consumía ocasionalmente como aperitivo, bajativo y reconstituyente. Sin embargo, antes de la pandemia volvió a ganar protagonismo en las barras más sofisticadas.

Por ejemplo, según cuenta el diario La Voz de Galicia, en los pasados veranos el Porto Tonic desplazó al tradicional gin tonic de las terrazas de moda de Lisboa, Oporto y de los principales puntos turísticos del Algarve y de la Costa Alentejana.  Además, su menor contenido de alcohol convence a prestigiosos bartenders de Londres y Nueva York.

Dice Tania Branco Oliveira, directora de Comunicación y Relaciones Públicas de un grupo bodeguero productor de Oporto, para hacer un buen Porto Tonic se emplea un copón de gin tonic se introduce un tercio de vino de Oporto blanco extra seco joven, o también vino de Oporto rosado. Después se agregan dos tercios de agua tónica a elegir, aunque cuanto de mejor calidad sea más sabor dará a la bebida final y finalmente una rodaja de limón, unas hojas de menta y hielo.

En consonancia con lo dicho hasta aquí, Cucinare consultó con Emilio Garip, propitario de Oviedo, en cuya cava tiene una notable colección de este vino portugués, quien afirma que “sí, el Oporto blanco se mezcla; por su parte, el Oporto tinto ofrece muchas posibilidades, sobre todo en cocina. Un vintage se puede comer con carne, por la grasa de la carne y la fuerza de la bebida, además de frutos secos, quesos, chocolate… las posibilidades de maridajes que ofrece son infinitas”.

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Author: Cucinare

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