Sopa de arvejas: receta e historia de un plato clásico de invierno

Te contamos de dónde viene esta preparación que podés hacer en casa sin demasiadas complicaciones.

La llegada del invierno trae la temporada de arvejas. Es una buena oportunidad de dejar de lado las conservas o congelados y hacerse del producto fresco en su más pura expresión.

También es una ocasión para variar la función de esta leguminosa, que casi siempre sirve de guarnición, para darle un mayor protagonismo como, por ejemplo, en la preparación de una sopa de arvejas, algo que actualmente sólo se ven en sobres deshidratados. Pero la sopa de arvejas en versión natural nada tiene que ver con las instantáneas y es uno de los platos más exquisitos y delicados que se puedan probar.

Esta sopa se come desde la antigüedad, y el mismo Aristófanes la menciona en su obra Los Pájaros. Es que durante el 500 al 400 a.C era común que se la vendiera en forma ambulante en las calles de las ciudades-estado helenas.

En la vieja Europa la sopa también cuenta con mucho arraigo. Por ejemplo, en Inglaterra, donde las arvejas formaban parte de la dieta diaria en forma de pudding, y en literatura inglesa del siglo XIX, la sopa de arvejas se conoce como un alimento simple, casi un sinónimo de pobreza. En Tess of the D’Urbervilles, la célebre novela de Thomas Hardy, se la menciona peyorativamente.

La sopa se solía hacer con arvejas secas partidas, pero nada tiene que ver con la realizada a partir del producto recién cosechado. Y aquí es donde se llega a la versión más sofisticada de la sopa de arvejas: el potage Saint Germain, hecha a partir de arvejas frescas de temporada, panceta y otras verduras verdes estofadas en caldo un liviano hecho puré.

Fue una innovación nacida en Francia, dada a conocer en el país galo cuando el cocinero de la condesa de Soissons llevó a la corte una nueva variedad de arvejas provenientes de Italia. Esta sopa fue lo suficientemente refinada como para servirse en la mesa de Luis XIV, el rey sol, receta creada en el castillo de Saint-Germain-en-Laye, supuestamente entre las décadas de 1660 y 1680.

A continuación te compartimos una de las tantas variantes que tiene la receta a fin de que la hagas en casa:

Ingredientes:

-600 g de arvejas frescas (en su defecto se pueden usar congeladas).

-Una rama de apio cortado.

-½ zanahoria cortada.

-2 cebollas cortadas en juliana.

-50 g de manteca.

-1,25 l de caldo de pollo.

-Una papa pelada y cortada en cubos.

-2 tazas de lechuga picada.

-½ taza de crema de leche.

-Croutones.

-Perejil para decorar.

Procedimiento:

#1. Rehogar las cebollas, el apio y la zanahoria en una olla con la manteca. Agregar el caldo y la papa. Llevar a ebullición y cocinar a fuego lento durante 20 minutos o hasta que la papa y la zanahoria estén tiernas.

#2. Agregar las arvejas con la lechuga. Esperar a que entre en ebullición y cocinar a fuego lento durante 2 minutos.

#3. Reducir la sopa con una procesadora hasta lograr un puré suave. 4. Agregar sal y pimienta. Tamizar y finalmente incorporar la crema a gusto.

#4. Servir con los croutones y decorar con perejil.

¿Alguna vez hiciste sopa de arvejas?


Author: Cucinare

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