Toque de queda: las primeras reacciones de los dueños de bares y restaurants

La nueva medida que restringe la circulación nocturna pone contra las cuerdas a la actividad gastronómica, ya de por sí muy castigada.

Parece que la actividad gastronómica y lúdica está a punto de sufrir otra estocada, que esta vez puede ser fatal.

Sucede que debido al crecimiento de los casos de Covid-19 en la Argentina, el gobierno nacional confirmó que restringirá la circulación nocturna en todo el país, paréntesis que se llevará a cabo entre las 23 y las 6, medida que regirá desde el viernes 8 de enero. Esta medida, que no carece de lógica, será desastrosa para el rubro, que viene soportando severas restricciones, además de una recesión galopante, desde hace casi un año.

Desde Cucinare consultamos a dos expertos acerca de la medida y la coyuntura que vive el rubro. “Nos parte al medio”, dice con franqueza Emilio Garip, restaurador y expresidente de ACELGA (Asociación de Cocineros y Empresarios Ligados a la Gastronomía Argentina).

“En nuestro caso, entiendo que en la ciudad no hay problema de circulación, pero en la provincia de Buenos Aires aparentemente sí. Veremos cómo hacemos con los empleados que viven fuera de CABA. Todo esto. sumado al costo de la mercadería, nos tiene muy preocupados. Pensá que una bolsa de papas hace poco costaba $ 400 y ahora sale $ 800; unas paltas, que costaban $ 3.000, ahora salen $ 5.200; los huevos salen el doble… Y son costos que no podemos pasarle al producto final, entonces pasa a ser un gasto”, afirma el veterano empresario, propietario del restaurant Oviedo.

Carlos Toti Yanelli, presidente de la Cámara de Restaurantes de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Café (AHRCC) revela cómo se está moviendo el sector: “Hasta el momento no te puedo informar nada. Desde la Asociación hemos tenido una tenido una reunión con Horacio Rodríguez Larreta, vía Zoom, con Presidencia de la Nación. Y fuimos con la propuesta de tener abiertas las puertas de los establecimientos hasta la 1 am. Creo que el problema no está en la gastronomía en sí, sino en la movida que va de los 20 a los 35 años”.

Sobre el impacto de la medida, Yanelli explica: “De hacerse efectivo el toque de queda sanitario nos perjudicaría, sin duda, pero sobre todo perjudicaría al personal que se mueve en transporte público. La situación de crisis que está pasando la gastronomía es inédita, nefasta, y encima nos están por sacar el ATP”.

“El panorama es muy incierto, tanto en gastronomía como en hotelería, que está peor que nosotros. Los barrios, afortunadamente, trabajan un poco mejor, pero los polos gastronómicos como Puerto Madero y el Microcentro están en default”, concluye Yanelli.

Aparentemente, en este nuevo escenario pagan justos por pecadores. Y hasta ahora la restauración fue muy responsable a la hora de llevar adelante el cumplimiento de los protocolos, respetando el aforo del salón y las mesas al aire libre, entre otras medidas de distanciamiento social. Parece que no ha sucedido lo mismo con la noche, en especial en lo que se refiere a las reuniones clandestinas (que ocupan espacio en los medios de comunicación), una nueva fuente de contagio entre la franja etaria más joven que no se resigna a “perder” el verano.

Es algo que las autoridades deberían rever, ya que aquí no funciona el horario danés, es decir, sentarse a cenar a las 19, no es una modalidad con el espíritu latino propio de un país de la Argentina, que gusta salir a comer después de las 21.

¿Estas de acuerdo con la medida del gobierno argentino?


Author: Cucinare

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