Noticias

Alioli, la salsa con onda

Te contamos de qué se trata esta preparación de origen español que cada vez tiene más adeptos. Cómo hacerla en tu casa.

Lo sublime, lo excelso en muchas disciplinas, suele venir de la mano de la sencillez. Uno de estos casos es el alioli, salsa de vieja estirpe muy popular en España pero que últimamente está haciendo ruido por estos lares. No es ni más ni menos que una emulsión hecha con dientes de ajo, aceite de oliva y sal. Pero ojo, que no es soplar y hacer botellas, porque para lograr un buen alioli hace falta cierta pericia.

Se sabe que los egipcios ya la preparaban. Los griegos tomaron esa sana costumbre, que a su vez legaron a los romanos, quienes la llevaron a Hispalia (las colonias romanas del sur de la Península Ibérica). El alioli caló profundo allí y se extendió por todo el territorio, al punto de transformarse en el aderezo favorito a la hora del tapeo. Pero no sólo acompaña tapas, sino que recubre muchos platos tanto catalanes como andaluces.

¿No es maravilloso el ajo? Ciertos personajes lo detestan. Silvio Berlusconi, por ejemplo, hizo una campaña para erradicarlo de la cocina italiana, lo que casi le cuesta la cabeza por la ira que desató entre cocineros y comensales. Victoria Beckham, con su esnobismo a flor de piel decretó que España “olía a ajo”, lo que le granjeó la antipatía de los locales. Pero el ajo, sí, es sencillamente maravilloso, un ingrediente que usado sabiamente potencia otros sabores.

¿Cómo se elabora? Lo mejor es hacerlo a la vieja usanza, empleando un mortero casero. En primer lugar, agregá una pizca de sal; esta hace que los demás ingredientes se agarren. Luego se majan los dientes de ajo (8 dientes de ajo van bien para un acompañamiento para 4 personas; eso sí, hay que extraer la nervadura a cada uno). Después se va agregando, muy lentamente, un hilo de aceite de oliva de buena calidad.

Es clave que el movimiento rotatorio del mortero se haga siempre en el mismo sentido, a fin de que los ingredientes se liguen. ¿Da trabajo, cansa? Sí, así que conviene armarse de paciencia y tener un antebrazo potente, pero el resultado vale la pena. ¿Yema de huevo? Hay quien la agrega, pero para los puristas es sencillamente una herejía.

Actualmente se la puede ver en muchas de las barras de los boliches con más onda, acompañando no sólo patatas bravas, sino un arroz negro con vieiras, un Carpaccio de llama o unos calamares a la parrilla con alioli de porotos fermentados y brócoli, sólo a título de ejemplo.

¿Probaste el alioli?

Compartir

Últimas noticias

Música y pizza porteña, el combo ideal de la mano de Roma del Abasto y Samba Discos

La emblemática pizzería de la zona es sede de una nueva edición de la feria…

13 horas ago

La ciencia de la salmuera: cómo lograr carnes más tiernas y con más sabor

Una preparación muy simple a la que se le puede agregar ingredientes para transformarla en…

15 horas ago

Premios Cucinare 2025: lo mejor de la escena gastronómica, por quinto año consecutivo

A través del voto de nuestra comunidad, volvemos a entregar nuestras estatuillas a las mejores…

20 horas ago

Hervido o en seco: la ciencia detrás de las dos técnicas de cocción del pulpo

Asustar al molusco sumergiéndolo en agua hirviendo no es la única variante para lograr una…

2 días ago

Nueva edición de Mate BA, la fiesta que celebra la infusión más argentina con música, gastronomía y aroma a yerba recién cebada

El domingo 7 de diciembre, la Av. de Mayo porteña recibirá a los más fanáticos…

2 días ago

Cómo usar el agua de la pasta para mejorar tus platos: los tips que quizá no conocías

Transformar salsas y ajustar texturas, entre los resultados de este líquido clave.

5 días ago