Se llama Forgive, está ubicado en Beijing, China, y siempre está lleno. Aunque su nombre haga pensar en otra cosa, su principal característica tiene que ver con una particularidad que un cartel ubicado en la entrada ya advierte a los clientes: “La mayoría del personal de este restaurante no puede hablar ni oír, así que tengan paciencia con ellos, por favor“.
Efectivamente, el personal es en un 100% formado por sordomudos, por lo que cada uno de los mozos usa un sistema de tarjetas escritas para interactuar con los clientes, quienes también utilizan el mismo mecanismo de comunicación.
A la hora de tratar de entender el significado de su nombre, Lu Lu, la propietaria lo explicó: “Lo llamé Forgive [perdonar] porque el perdón es una buena cualidad. Los sordos han de olvidar su imperfección física. Y los que no lo somos deberíamos ser más comprensivos con las imperfecciones”.
El establecimiento está especializado en huoguo, un tipo de puchero chino en que cada mesa posee una olla para que los comensales introduzcan ellos mismos los ingredientes en caldos generalmente especiados y picantes.
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