En una confirmación de la teoría del caos, que sostiene que el aleteo de una mariposa en un lugar del mundo termina repercutiendo del otro lado del globo, el coronavirus empezó a afectar a la Argentina de una manera inesperada.
Si bien no hay casos detectados de personas contagiadas con el virus en nuestro país, la epidemia que se detectó a fines del año pasado ya comenzó a afectar a los supermercados chinos que se encuentran diseminados por todas las ciudades argentinas.
Más de 500 dueños de supermercados chinos que viajaron a su país de origen para pasar el Año Nuevo con sus familias (se celebró el pasado 25 de enero) no pueden regresar a sus lugares de residencia por las medidas de cuarentena impuestas en China al movimiento de personas.
“Son más de 500 paisanos, incluidos hombres y mujeres queno pueden regresar al país por el coronavirus. El gobierno chino les exige quedarse en cuarentena y los locales no tienen quién tome las decisiones para hacer grandes compras. Solo se repone lo mínimo e indispensable, ya que, ante la caída de ventas, el tema se complica aún más”, explicó con preocupación Yolanda Durán, presidenta de la cámara de supermercados chinos.
Y agregó: “No hay toma de decisiones en la compra de productos importantes. Hay muchas industrias que necesitan monetizarse y salen a liquidar pallets de productos, nos estamos perdiendo todas esas oportunidades. Una lástima, porque nosotros hacemos grandes compras para todo el año”, explicó.
¿Sentís que en el súper chino de tu barrio hay menos mercadería?
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