Una sucursal bancaria ubicada en la ciudad de Londres fue transformada de la manera más inesperada: su cajero automático se convirtió en un surtidor de copas de espumante.
El local era una sucursal del banco Santander en la capital británica, pero cuando la entidad decidió cerrarla, se convirtió en uno de los wine bars que la cadena Vagabond Wines tiene en la capital británica.
Como el banco había dejado el cajero automático cuando abandonó el local, a los dueños del bar se les ocurrió la idea de transformarlo en distribuidor de espumantes. Por ello, reconvirtieron al cajero en una máquina que sirve copas de 150 ml de Prosecco, el vino espumoso italiano.
Los propietarios lo bautizaron “banco de burbujas” pero para evitar confusiones con los transeúntes, decidieron retirarlo de la calle para la gente no intentara retirar dinero de él.
El éxito ha sido tan grande que la cadena está pensando en instalar distintos de estos “cajeros” en otras sucursales de sus wine bars.
¿Te gustaría sacar una copa de espumante de un cajero automático?
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