Noticias

El club de barrio que se transformó en una verdulería para sobrevivir

Cerraron por la pandemia, se sostuvieron un mes y finalmente debieran aplicar este drástico cambio para seguir adelante.

Los llamados cuerpos intermedios son esenciales para superar una crisis, y están compuestos por parroquias, asociaciones y clubes, entre otros. Estos actúan como una red de contención para las familias que componen los distintos municipios, educando, promoviendo la socialización y solidaridad de sus miembros y permitiendo la práctica la religión, actividades y deportes, además de otras funciones.

Uno de ellos es el Club 17 de Agosto, del barrio porteño de Villa Pueyrredón, que tuvo que aguzar el ingenio transformando sus instalaciones en una verdulería con el fin de sobrevivir a la crisis que apareja la pendemia. Cucinare conversó con Cecilia Goroso, socia y colaboradora de la institución, quién comentó el presente que les toca vivir.

“El nombre original del club era 17 de Octubre, pero luego del golpe de 1955 pasó a llamarse 17 de Agosto, en homenaje a la muerte del Gral. San Martín y la vecindad con el barrio que lleva su nombre”, cuenta Goroso. Se trata de uno de esos clubes barriales sólidos, con una buena oferta social y deportiva, como básquet, futsal (recientemente salieron campeones de la Copa de Oro), natación (cuentan con pileta semi olímpica), y una cancha de pasto que hace las veces de solarium, además de actividades como karate, taekwondo, zumba y gimnasia deportiva.

“Ante la amenaza del Covid, el club cerró sus puertas el 20 de marzo. Durante los primeros días se aguantó con las cuotas que los socios venían pagando, y alguna entrada de los colegios que emplean las instalaciones. Pero los recursos fueron mermando, así que el 28 de mayo la Comisión Directiva decidió reinventarse temporalmente en verdulería, y afortunadamente el negocio se mueve”, afirma la socia.

Inmediatamente después contó que “las compras las hacen los miembros de la Comisión Directiva, que van tres veces por semana al Mercado Central a fin de abastecerse de lo necesario, y la clientela está compuesta mayoritariamente por socios (algunos de ellos vienen de lejos con el espíritu de dar una mano), y vecinos. Este ingreso sirve para pagar los sueldos de los empleados, pero aún hay que afrontar otros compromisos que tiene la casa”. Y concluyó la entrevista diciendo que “es una gran cosa que se de visibilidad a nuestro club, tanto para superar la actual coyuntura como para que se pueda crecer a futuro”.

¿Habías escuchado hablar del Club 17 de Agosto?

Compartir

Últimas noticias

El restaurante Condarco prepara un mediodía de asado y para el postre suma la torta de ricota de Gino

El pop-up será el próximo 16 de agosto al mediodía en el local del barrio…

2 días ago

Expertos pasteleros de una confitería porteña revelan su receta y secretos para hacer un lemon pie perfecto

Todos los tips de Croque Madame Palacio Paz para elaborar en casa esta tarta clásica.

2 días ago

El bar Onno festeja un año con sus clásicos cafés, sorpresa y música en vivo

El evento será el domingo 10 de agosto en su local de Río de Janeiro…

2 días ago

Los secretos de Kalis, la pizzería que conquista a los porteños sólo con cuatro gustos

Visitamos el local de Franco Kalifon, el panadero que se animó a ofrecer una propuesta…

3 días ago

Un bar con playa de arena blanca y palmeras, la nueva rareza en pleno barrio de Palermo

Parador V8 ofrece un espacio ambientado como si fuera el Caribe o Hawaii. Horarios y…

4 días ago

Niños en los restaurantes: el debate por el menú infantil y la solución que hallaron tres locales del AMBA

Algunos ofrecen platos especiales y precios accesibles. Otros prefieren adaptarse a los pedidos sin tener…

4 días ago