Preparar un bife, un omelette o panqueques siempre es algo que da placer. Pero el problema llega cuando tenés que lavar la sartén o la plancha. El tema es que todo se engrasa muy rápido, y dejar tus utensilios de cocina inmaculados es un gran esfuerzo. Incluso con el detergente que comprás en el supermercado, se convierte en un trabajo que no dan ganas de encarar cuando es de noche y estás cansado.
Pero hay otras maneras de sacar la suciedad y la grasa que se adhiere a tus accesorios de cocina sin emplear productos químicos y, además, sin necesidad de luchar contra ellos.
Tu mejor aliado en estos casos es el bicarbonato de sodio. No es mágico, pero se acerca bastante. Porque te puede ayudar a eliminar cualquier mancha de grasa que se resiste a salir.
En caso de que sigas con una olla o sartén con grasa y te hayas cansado de luchar con ella, llenala de agua y de medio vaso de bicarbonato de sodio. Ponelo sobre el fuego hasta que hierva durante no más de media hora. Retirá del fuego, verté el líquido y lavá todo de vuelta. Normalmente, la grasa debería salir sin esfuerzo. Si en cambio sigue sin despegarse, agregá agua oxigenada a la mezcla y repetí el proceso, porque ahora sí que vas a eliminar todo de manera natural.
Un truco para hacer más fácil la lucha contra la grasa es que enjuagues con agua fría tus utensilios una vez que terminaste de usarlos y todavía están calientes. Eso ayuda a despegar la grasa de las paredes antes de que se seque y adhiera mucho más.
¿Conocías este truco?
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