La película ítalo-brasileña Estómago trata acerca de un presidiario naturalmente dotado para la cocina que hace maravillas con ollas y sartenes. Esta ficción se está convirtiendo en realidad en la Argentina, más precisamente en el penal de la localidad bonaerense de San Martín.
Es que, según consigna Perfil, ocho presos alojados en esa cárcel estudiaron la carrera de cocinero profesional y se recibieron después de dos años de prácticas y estudio.
Esta camada es la primera egresada de la Escuela de Gastronomía CREER, que funciona en varios establecimientos penitenciarios. “Estamos orgullosos de poder anunciar que le entregamos sus diplomas a los primeros egresados de la carrera de Cocinero Profesional y muy contentos de seguir avanzando en este camino de inclusión para que bajen las tasas de reincidencia”, dice Nicolás Lusardi, para el medio, quien oficia como director de la empresa Cook Master.
Sus estudios comenzaron en 2018 y debieron aprobar ocho materias, 104 clases técnicas (208 horas total), 10 jornadas específicas de desarrollo de habilidades blandas, y materias complementarias como enología, costos y presupuestos, seguridad y tecnología de los alimentos, y organización de eventos.
La entrega de diplomas se llevó a cabo en la Unidad Penitenciaria Nº46 de San Martín. Como dato de color vale mencionar que entre los nueve egresados hay un agente del Servicio Penitenciario Bonaerense que también quiso estudiar la carrera de cocinero.
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