Una parrilla argentina en riesgo por el volcán que puso en riesgo la isla La Palma

La erupción pone en jaque al restaurant Los Argentinos, ubicado a 8 kilómetros del volcán.

La historia está llena de erupciones volcánicas, sinónimo de tragedias que, literalmente, enterraron civilizaciones. Quizás el caso más emblemático sea la catástrofe del Vesubio, que en pocas horas sepultó a las ciudades de Pompeya y Herculano.

Sin llegar a ese extremo, el volcán Cumbre Vieja, en la isla de La Palma, perteneciente al archipiélago de las Canarias, está haciendo lo suyo.

Es que este es uno de los 50 volcanes en el mundo que permanece activo. La furia que desató en seis días cubrió de cenizas y lava un total de 180 hectáreas, y destruyó 390 edificios, además de 14 kilómetros de rutas.

Entre los damnificados por este fenómeno se encuentra una argentina llamada Juliana Bertucci Busso, que junto a su marido Luis Pérez Hernández tiene una parrilla criolla llamada Los Argentinos, sita en los Llanos de Ariadne, uno de los municipios evacuados.

Según cuenta el diario Clarín, que tuvo acceso al testimonio de Juliana, la casa está a ocho kilómetros de la primera boca del volcán que se abrió.

Afortunadamente están a salvo, igual que la parrilla, negocio que abrieron hace cuatro años, donde se sirven especialidades como vacío y mollejas. “La parrilla sigue abierta pero la gente que no perdió su hogar casi no sale de casa. Lo normal es haya 30 mesas, y hay reservas sólo para dos”, dijo Pérez Hernández.

Sin embargo, la otra cara de este drama es que los vuelos y barcos llegan repletos a La Palma, ya que atraen aficionados al turismo vulcanológico, que no quieren perderse este aterrador espectáculo que ofrece la naturaleza.

Y quizás más de un recién llegado recale en Los Argentinos con el propósito de disfrutar de un buen asado.