En materia de huevos fritos, cada cocinero, ya sea profesional o amateur, tiene su receta que considera la mejor. Pero a la hora de buscar la perfección, solo un chef logró describir la receta del huevo frito perfecto.
Se trata del francés Fernand Point, galardonado con 3 estrellas Michelin y fallecido en 1955, pero que hace 70 años describió cómo había que prepararlo.
El famoso cocinero sabía que los platos más difíciles de cocinar eran los más sencillos, como el huevo frito. Point era un fanático del uso de la manteca en la cocina, por lo que uno de sus secretos era usar este ingrediente a la hora de freír un huevo.
Para el chef, había dos maneras de prepararlo: con el método clásico o al vapor.
Para ello, lo primero pasa por derretir 3 o 4 cucharadas de manteca en una sartén, a fuego muy lento, sin que llegue a chisporrotear. Mientras tanto, hay que romper un huevo en un plato con mucho cuidado de no romper la yema ni dejar restos de cáscara en la clara.
Cuando la manteca esté derretida, hay que deslizar el huevo del plato a la sartén y, a fuego muy lento, cocinarlo con una tapa, durante unos 5 min aproximadamente. Para ello, hace falta que se cocine la clara, pero que la yema quede cremosa.
Al vapor, se calienta la misma cantidad de manteca en una sartén, pero a fuego fuerte, para que chisporrotee. Una vez que esté en ese punto, se coloca el huevo y se le baja el fuego inmediatamente.
Cuando los bordes de la clara comiencen a ponerse blancos, se le agrega una cucharada de agua y se tapa la sartén herméticamente para que se cocine al vapor. Se retira cuando la clara está bien cocida y la yema empiece a espesar.
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