Mauricio Urig es un empresario dedicado a la venta de picadas que acaba de sufrir una de las mayores estafas que se pudiera imaginar, digna de una película de suspenso.
El emprendedor, conocido por su negocio Picadas Viking, contó en su cuenta de Twitter que fue estafado con un pedido de casi 2 millones de pesos por 190 cajas navideñas.
Una empresa llamada Agrofull lo contactó para armar ese pedido, que tenía que incluir fiambres, quesos y frutos secos, con la excusa de que iba a ser entregado a los empleados de la firma.
El problema para el empresario, conocido en las redes como “el vikingo de las picadas”, es que no solo no pudo concretar el negocio sino que fue estafado: invirtió 1,1 millones de pesos, entregó la mercadería y nunca le pagaron.
“La mercadería la entregué el martes 7 y el jueves 9, todas las 190 cajas. Hice tres viajes. Allí me las recibieron, me dieron el contacto de un tipo que me iba a firmar el remito”, contó Urig en su posteo.
Finalmente, el cheque digital del Banco Itaú que recibió como pago no tenía fondos en la cuenta.
Inmediatamente, el empresario intentó contactar a su cliente, pero no había dejado ningún rastro.
Para tratar de recuperarse, Urig organizó una colecta solidaria en las redes pidiendo ayuda. Hasta ahora lleva recaudados 750 mil pesos.
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