En el Hemisferio Norte, tanto en los Estados Unidos como en Europa, los dueños de restaurants y sus empleados comienzan a inquietarse por un fantasma que los acecha nuevamente.
La escalada en el número de contagios por la variante ómicron asusta a todo el sector gastronómico.
Nadie se recuperó del todo de los cierres fijados en 2020 cuando estalló la pandemia, por lo que una nueva restricción provoca angustia a todos.
“Estoy extremamente preocupada. Nunca he sentido que estamos a salvo”, manifestó la chef Caroline Glover, propietaria del restaurant Annette, en Denver, Colorado.
La inquietud de la empresaria gastronómica se suma a la de miles, que ven que, con la llegada del invierno, se dispara el número de casos de personas contagiadas en todos los países.
Justamente, cuando todos apostaban a “salvarse” con las Fiestas, el fantasma de los cierres planea sobre todos.
De todos modos, el daño ya comenzó a sentirse, ya que los comensales empiezan a abandonar las salidas a comer por precaución y para evitar el riesgo de contagios.
“Es muy devastador. Los grupos grandes, mesas con más entre 8 y 16 personas, han desaparecido prácticamente. Eso es crucial para los restaurants en Navidad”, se lamentó Jeff Galvin, dueño de Galvin Restaurants, una cadena británica.
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