Todo empezó a partir de algunos comentarios en redes sociales. Los churros, protagonistas del consumo playero, tienen una cotización blue.
Sobre la arena, la media docena puede llegar a costar hasta $ 800 de acuerdo al momento del día. La misma cantidad, compradas en el local, se vende a $ 350.
La indignación de los turistas rebotó tanto que Churros El Topo, principal oferente de esta factura en las playas argentinas, debió salir a dar su versión.
“Ya dijimos que es FAKE. 540 al mostrador, 600 en la arena. Carne podrida”, aclaró el local desde su activa cuenta de Twitter.
Frente a la insistencia de los usuarios y la posibilidad de que ese precio blue sea una decisión unilateral de los vendedores, El Topo volvió a comunicar su postura.
“El precio sugerido es el siguiente. 60 pesos cada uno, 350 la media y 600 la docena. Si te quieren cobrar 700, le agradecés y le comprás al que sigue”, escribió el local.
Por otro lado, el gran vendedor de churros de la Costa informó que tomaran medidas para evitar esta brecha: “En breve vamos a poner un plastificado obligatorio en las canastas con estos precios”.
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