Una nueva heladería quiere revolucionar el barrio porteño de Palermo.
Se trata de Martinelli, que abrió sus puertas en Malabia 1779, casi esquina con la Plaza Armenia, en pleno corazón de Palermo Soho.
La heladería, que además ofrece pastelería dispuesta a competir con su vecino francés Gontran Cherrier, es de muy alta calidad, gracias al expertise del empresario italiano Carlo Contini.
Contini lleva varios años en el sector gastronómico local, en proyectos tales como Rey de Copas, Prado y Neptuno, Leopoldo, Peugeot Lounge y Vico.
Junto con el argentino Manuel Barraza, se lanzaron a ofrecer un helado premium que compita con los mejores de Buenos Aires.
La heladería ofrece 28 gustos, entre los que se destacan turrón, pistacho, café, chocolate amargo y sambayón, con sabores que son fijos y otros que varían según las estaciones.
Pero el toque distintivo es la forma de flor que le dan a la presentación cuando los clientes piden un cucurucho, la atracción de la casa para todos los que llegan por primera vez.
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