Algo se ha dicho acerca de un fenómeno llamada “destrucción creativa”.
Es lo que en muchos casos aparejó la pandemia de Covid-19, que arruinó trabajos, negocios y estilos de vida, pero por otro lado permitió que surgieran cosas nuevas, diferentes, y en ciertos casos, disruptivas.
Ejemplo de ello es lo que le sucedió a Pablo Viudez, cocinero de profesión y vecino de Hurlingham.
El hombre perdió su trabajo y pasó el período de aislamiento en su casa. Para paliar la situación, tuvo que inventar algo que le permitiera subsistir y aprovechar el tiempo.
Es así como nació la idea de hacer alfajores. El hecho no sería noticia sino fuera porque Viudez elabora alfajores totalmente diferentes a lo que hay en el mercado.
Comenzó típicamente a desarrollar alfajores tradicionales, y ante su incipiente éxito, decidió agrandar la producción.
Así nació Técnica Alfajores, en contraposición a la cocina con amor, lugar común en que cae mucha gente.
“Si no tenés la técnica, con amor no podés llegar a ningún lado. Mi eslogan es: Yo cocino con técnica pura y dura, el amor dejalo de lado para tu familia”, dijo el cocinero a Infocielo.
El emprendedor, que tiene 38 años, comenzó a arriesgar con sabores más jugados. Es así como se animó a preparar alfajores de lemon pie, el de sambayón o el de cheesecake, entre otros.
Pero la cosa no quedó ahí, decidió a apostar más fuerte: alfajores de roquefort, picantes, con fernet, de aceite de oliva y albahaca…
No todas sus experiencias fueron exitosas, ya que algunos fracasaron, como el de mermelada de tomate, el alfajor de miso y el de wasabi.
Hace poco tiempo lanzó su alfajor de yogurt, otra originalidad que espera sea exitosa.
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