Acaba de terminar el Torneo Federal de Chefs, uno de los eventos más excitantes de la gastronomía argentina. Se llevó a cabo esta semana, dentro del marco de Hotelga, en La Rural. Y el jueves 1° de septiembre, a última hora, un cocinero alzó la copa.
Durante tres días, los 12 equipos finalistas, que vinieron de distintos rincones del país, compitieron codo a codo demostrando sus habilidades culinarias.
En esta edición, que se desarrolló en un auditorio con numeroso público, la consigna general fue elaborar un plato a base de lomo bovino y mollejas, con tres guarniciones y salsa.
La creatividad desplegada por los cocineros fue notable. Otro punto saliente del certamen es que compiten tanto equipos grandes, de importantes hoteles con toda la logística a su favor, como equipos pequeños, de restaurantes desconocidos para el gran público.
La definición quedó en manos de un jurado de notables formado por cocineros y especialistas, como, por ejemplo, Federico Domínguez Fontán, Franco Malacisa, Carolina Colagreco, María Podestá y quien escribe estas líneas, sólo por mencionar a algunos, encabezados por la célebre Narda Lepes.
Justamente, luego de una conferencia ofrecida por Narda, se develaron las posiciones en el podio. En tercer lugar, con 95,7 puntos (sobre 120 totales), resultó elegido el equipo del restaurante Parruca (Resistencia, Chaco).
En segundo lugar, con 100.4 puntos quedó el equipo de El Faro, restaurante del hotel Hilton (Ciudad de Buenos Aires). Y como el gran ganador, con 109 puntos sobre 120, se consagró Quiven Patagonia (Bariloche, Río Negro), cuyo chef propietario es Pablo Quiven.
El hombre no es un improvisado, ya que contó en medio de la emoción, que hace 12 años participó sin mayor suerte. Pero el tiempo y la perseverancia le permitieron hacerse con el máximo galardón, a los 52 años.
Él y su asistente se llevan un horno Rational, un viaje a Alemania a conocer la fábrica que los produce, $ 100.000 de premio y un set de cuchillos alemanes.
Quiven contó a Cucinare que perdió a su madre muy joven, cuando tenía 13 años. Como el padre trabajaba, quedó a cargo de su abuela, con quien aprendió los rudimentos básicos de la cocina.
Y si bien nació en Buenos Aires, toda su carrera la hizo en el Sur. Se formó profesionalmente en el Llao Llao y en Villa Huinid. Además de profesional gastronómico, es panadero y pastelero.
Junto a su mujer, Mariana Trujillo, crearon Quiven Patagonia House Kitchen, restaurante que propone descubrir los sabores patagónicos con una propuesta de vanguardia y sello de autor, calificado N°1 de Bariloche en TripAdvisor.
El plato ganador, vistoso por demás, técnico y sabroso, fue un lomo en farce, relleno con pasta de ajo negro y espárragos, condimentado con merken, una albóndiga de mollejas, tuil de hojas, tierra de hierbas, espuma de papa sobre timbal de papa, cremoso de coliflor sobre sablé de especias, gel de membrillos y baño de hongos, además de una panna cotta de setas y tierra de tomates.
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