Rosario se caracteriza por la creación de sus propios sándwiches. Por un lado, el clásico Carlito (tostado de jamón, queso y kétchup). También existe otra creación de la ciudad: el Menditeguy.
Se trata de otra combinación simple. Tiene pavita, queso gratinado y salsa holandesa, todo cerrado por un pan de corteza tierna que sale tostado.
La salsa holandesa, quizás el elemento diferencial de este sándwich, es una mayonesa que tiene manteca en reemplazo del aceite.
El Menditeguy es una creación de la década del 50 de la tradicional sandwichería Monreal, en la esquina céntrica rosarina de Entre Ríos y San Lorenzo, frente al Palacio de Los Dragones.
Julio Enrique Menditeguy (1921-1983) era un fiel cliente de aquel local de gran mostrador y banquetas. Todas las mañanas, este rosarino que rondaba los treinta y pico de años pedía su sándwich.
Como era habitué, se dio el lujo de pedir una combinación especial. Con el paso del tiempo, muchos clientes lo pedirían. Y lo bautizaron con su apellido en honor a su creación.
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