El bar de bohemios que resiste en Palermo y suma nuevos clientes con arte latte en la espuma del café

El Varela Varelita reúne jóvenes, taxistas y hasta ex vicepresidentes. Los secretos de su éxito.

Una esquina del barrio porteño de Palermo mantiene una de las tradiciones de la Buenos Aires antigua. El plan de sentarse a tomar un café o una cerveza y leer el diario papel o charlar con algún amigo.

Pese a la modernidad que invadió este barrio porteño, el Varela Varelita se mantiene firme en el cruce de Scalabrini Ortiz y Paraguay desde 1950, como reza en la propia fachada del local.

En sus mesas se mezclan jóvenes en busca de absorber un poco bohemia, taxistas que polemizan y hasta lo siguen frecuentando el exvicepresidente Carlos Chacho Álvarez y el escritor César Aira.

El lugar tiene un dueño y clave del éxito del bar: Javier Giménez. El hombre arrancó como lavacopas y luego cuando los viejos dueños gallegos le dejaron el negocio a este hombre que vive para y por el Varela Varelita.

En el local se siguen comprando los diarios papel y sus mesas están casi siempre llenas de clientes. ¿Cuál es el secreto?

Uno de ellos es la atención de Javier. Hace poco, este hombre aprendió a hacer figuras sobre la espuma del café.

“Lo hago porque me encanta y porque suma a la buena atención. Entonces, no es raro que dejen propinas del cien por ciento o más”, explicó en una entrevista reciente con Infobae.

“Aplico técnicas de repostería a la espuma del café, cuidando que no lo tiña. Una vez vino una mujer joven con sus padres. A él le hice una carita feliz y le dije: ‘El café más bueno, para el señor’”, recuerda Javier en la nota del portal.

Un año después, la mujer contó en las redes que el hombre venía de recibir un mal diagnóstico en el oncólogo y que ese café les había cambiado un poco el día. 

Tras la conquista del Mundial de Qatar, Javier hacía cafés con las tres estrellas amarillas. Y si conoce al cliente puede hacer el escudo de su equipo de fútbol o algo relacionado a su vida.

Así, con estrategias simples el Varela Varelita se mantiene en medio de un barrio que en muchos otros sitios apuesta a lo excéntrico y lo viral para captar a sus clientes.