Las golosinas de la infancia dejan una huella imborrable en todos los golosos argentinos. Por eso, la muerte de Francisco Bellotti, uno de los más grandes creadores de golosinas argentinas, generó una profunda tristeza y miles de mensajes de apoyo a través de las redes sociales.
“Nací en Vicente López, desarrollé para Bagley aproximadamente 50 productos, entre ellos Tubby 3, Tubby 4, Tubby 5, Tubby 6, Grafitti, Amore y muchos más“, contaba en una de sus útimas entrevistas a Marcas Argentinas.
El químico recibido en la Universidad de Buenos Aires empezó su carrera laboral en un laboratorio, pero encontró su pasión en la industria alimenticia: trabajó en Fanacoa haciendo aderezos, luego pasó a Stanley, donde la rompió con el chicle Bazooka, y por último aterrizó en Bagley, fábrica donde ideó más de 50 golosinas icónicas.
Una anécdota que describe su gran pasión por desarrollar golosinas inolvidables es cuando convirtió a la oblea Ópera en Tubby.
“Me llamaron y me dijeron: ‘Mire, tenemos acá la mejor oblea del mercado, la Ópera, pero es muy zonza, hay que vestirla’. Me contrataron como gerente de desarrollo. Empecé a probar opciones para vestirla, y salió un Tubby“, contó en una entrevista. No está de más aclarar que el número de Tubby hace referencia a la cantidad de capas de la oblea.
Adiós a un hombre poco conocido que nos llenó de alegrías.
Transformar salsas y ajustar texturas, entre los resultados de este líquido clave.
Recetarios, crónicas, atlas viajeros y manuales ilustrados. Propuestas distintas sobre un universo que nos fanatiza.
No son heladerías, pero elaborar su propio producto con creatividad y estacionalidad.
El cóctel, que se transformó en un clásico de pulperías y luego clubes de barrio,…
Más allá del nombre, nada tiene que ver con el bañado de chocolate que se…
Mauro Colagreco en Tailandia y Pablo Airaudo en el País Vasco mantienen en 2025 las…