La cocina tehuelche es un libro que tiene como objetivo dar a conocer las costumbres culinarias de uno de los pueblos originarios más importantes que habitaron la Patagonia.
Por eso el autor Lolo Vlem (apodo de Gustavo Gleminchx) arranca con una gran pregunta que dio origen a todo lo que escribió: “¿Qué comían los habitantes de esta tierra hace mil quinientos años?”.
Se llamó tehuelches a varias comunidades con elementos en común que habitaban desde la Cordillera de los Andes hasta el Océano Atlántico; y, en longitud, desde el sur de Buenos Aires y La Pampa por toda la Patagonia hasta Tierra del Fuego.
Como el tehuelche era un pueblo de cazadores y recolectores, no cultivaban. Su alimentación era mayormente en base a las carnes obtenidas en sus cacerías: guanacos, aves de todo tipo y ñandúes.
Una forma tradicional de cocina tehuelche era usar el propio animal como “olla comestible”. Es decir, abrían el animal, picaban los órganos y patas, metían el picadillo adentro y lo cocinaban.
Cerraban con una costura el cuerpo del animal y lo ponían sobre las brasas.
El intercambio con otros pueblos, como los mapuches y los ranqueles, les permitió sumar más productos a su dieta: maíz, trigo, vegetales disecados y algunas bebidas.
El libro cuenta que los indígenas comían sentados sobre cueros con sus piernas cruzadas. Tomaban con sus manos trozos de carne y los iban mordiendo hasta acabarlos. Todas las investigaciones aseguran que estos pobladores comían de manera muy pausada y tranquila.
Una vez que conocieron el trigo, los tehuelches hicieron su kofke o pan casero. Mezclaban harina y levadura en grano, sal, grasa y agua.
El bar comandado por Sebastián Atienza se metió una vez más en el top ten,…
Octubre es el mes de este producto cuyo consumo alcanzó su récord: 380 por año…
Visitamos la pizzería donde surgió la idea de no usar queso y vender las porciones…
Los 12 participantes deberán elaborar un sorbete de mango. El ganador viaja a la copa…
Nueva propuesta para los amantes del vino: 7 de noviembre en el Trilenium Casino.
Es bajo en calorías y da la sensación de morder carne. Cómo conviene cocinarlo.