Noticias

La vinoteca porteña que tiene un viñedo en su patio para enseñar todo el camino de la producción del vino

Se trata del negocio de Carlos Bórbore, cuya familia produce en San Juan.

La pasión por la vitivinicultura que define a Carlos Bórbore, un vecino de Villa Devoto de 68 años, tiene sus raíces en los sueños de su padre, José Bórbore.

Este argentino de raices italianas abrió una vinoteca en su barrio en el que tiene una pequeña vid en el patio trasero de su local. Allí, le muestra a sus clientes de dónde surge la magia de los vinos.

Todo comenzó cuando el padre de Carlos, José llegó a la Argentina en 1920 con apenas 18 años. Ya en el país, se trasladó a San Juan, donde comenzó a trabajar en la Bodega La Puntilla.

José trabajó en las vendimias y años después pudo comprar su propia finca de 100 hectáreas en el Valle de Tulum, San Juan, donde plantó cepas como Criolla, Pedro Jiménez, Sauvignon Blanc, Torrontés y Malbec.

En 1958, fundó la bodega José Bórbore e hijos, desde donde comenzó a comercializar el vino La Quebrada. Su lema era claro: “No basta con hacer vino para vender, hay que hacerlo con calidad, como para compartirlo con amigos”.

De San Juan a Buenos Aires

Tal como relata en su entrevista al sitio Bichos de Campo, Carlos creció rodeado del aroma a bodega y la labor de los viñedos, pero a los 18 años decidió mudarse a Buenos Aires para estudiar Administración de Empresas. En Villa Devoto conoció a Alicia, quien sería su esposa y compañera en una nueva etapa de su vida.

Inspirado por la tradición familiar, en 1997 fundó la vinoteca La Bodega de Bórbore, un pequeño local de 16 metros cuadrados en la Avenida Mosconi, donde inicialmente vendía los vinos creados por su padre.

Con el tiempo, el negocio creció y se mudó a un espacio más amplio en la misma avenida, donde hoy ofrece más de 1800 etiquetas organizadas por regiones, rutas y bodegas. La vinoteca es un homenaje al legado de José, pero también una innovación.

Carlos plantó un pequeño viñedo en el jardín de la vinoteca, con cepas de Malbec, Torrontés, Cabernet Franc y Pinot Noir, entre otras, regaladas por destacados enólogos del país.

Este viñedo demostrativo permite a los clientes experimentar de cerca el proceso de cultivo de la vid, un lujo poco común en plena ciudad.

Cada invierno, durante la poda, Carlos invita a vecinos y amigos a llevarse estacas de vid para plantar en sus casas, extendiendo así una tradición que conecta a Buenos Aires con las provincias vitivinícolas. En verano, la familia Bórbore celebra la vendimia compartiendo racimos con clientes y amigos, creando una experiencia única que acerca el viñedo al consumidor.

“La Bodega de Bórbore no es sólo un lugar para comprar vino. Es un espacio donde se vive y se comparte la pasión por la tierra, el trabajo y la tradición familiar”, dice Carlos a Bichos de Campo.

Compartir

Últimas noticias

5 sándwiches de milanesa imperdibles para renovar un clásico de la comida callejera argentina

Propuestas diversas para disfrutar de un plato clave de nuestra gastronomía.

3 horas ago

El pastelero Pablo Remaggi lanza un libro con sus mejores recetas: todos los secretos básicos para empezar en el mundo de los postres y las tortas

El cocinero, de amplia trayectoria también en la docencia, pasó por Cucinare y hasta cocinó…

1 día ago

El neurocientífico norteamericano que se volvió fanático del mate y decidió comprar una empresa de energizantes elaborados con mateína

Andrew Huberman trabaja en la Universidad de Stanford y elogia los beneficios de esta planta…

2 días ago

El pueblo bonaerense que organizó la Fiesta del Costillar Criollo: asados para disfrutar al sol y shows musicales

El evento será en Uribelarrea el próximo 1° de mayo con entrada libre y gratuita.

2 días ago