Faltan pistachos por el furor del chocolate de Dubái: qué está haciendo el campo para enfrentar el desafío de una demanda creciente

La ola de productos que llevan este fruto seco provoca una crisis de abastecimiento en el mercado mundial y una gran oportunidad para los cultivos locales.

Lo que comenzó como una moda viral en redes sociales se transformó en un fenómeno global con consecuencias económicas inesperadas. El chocolate con pistacho, popularizado como chocolate de Dubái, disparó la demanda de este fruto seco y provocó una crisis de abastecimiento que afecta a marcas de todo el mundo.

El fenómeno arrastró a otras preparaciones artesanales e industriales elaboradas con el mismo producto. En Argentina, por ejemplo, empresas como Havanna y Lucciano’s agotaron sus productos con pistacho en pocas horas y se vieron obligadas a salir a buscar materia prima contrarreloj.

El origen del fenómeno se remonta a fines de 2023, cuando una chocolatería de Dubái lanzó una barra con chocolate, crema de pistacho y masa kataifi. Bastaron unas semanas y millones de reproducciones en TikTok para que se transformara en el nuevo objeto de deseo del mundo dulce.

Grandes marcas internacionales como Lindt, Läderach y Real Dubai Chocolate no tardaron en lanzar sus propias versiones, y el furor se globalizó. En Argentina, Havanna presentó sus alfajores con pistacho y Lucciano’s hizo lo propio con una línea de helados: ambos productos desaparecieron de las góndolas en pocas horas.

Problemas en la demanda de pistachos

Pero el boom trajo aparejados problemas logísticos. Con una demanda disparada, el precio del pistacho subió más de un 50 % en solo un año. En el país, el kilo puede llegar a costar hasta u$s 150.

A esto se sumaron una mala cosecha en Estados Unidos —uno de los principales productores— y la decisión de Irán, segundo en el ránking mundial, de volcar sus exportaciones hacia Emiratos Árabes, dejando a otros países con menor disponibilidad.

Frente a este panorama, muchas empresas argentinas recurrieron a proveedores locales para sostener su producción. San Juan y La Rioja, principales zonas productoras del país, se convirtieron en terreno de búsqueda. Sin embargo, la oferta todavía es limitada.

La producción de pistacho en Argentina es relativamente joven: recién comenzó a desarrollarse comercialmente a mediados de los años 90, y su crecimiento se aceleró en los últimos cinco años.

Actualmente, San Juan concentra cerca de 90 % de las 7.300 hectáreas cultivadas a nivel nacional, seguida por Mendoza, La Rioja y La Pampa.

La necesidad de investigar el cultivo pistachero

Para responder al crecimiento sostenido de la demanda y orientar nuevas inversiones, en 2023 se conformó la Red Nacional para el Estudio del Pistachero en Argentina. Integrada por investigadores del CONICET e INTA de distintas provincias, la red trabaja en la identificación de zonas aptas para el cultivo mediante el análisis de datos climáticos y fenológicos locales.

Su objetivo es ofrecer herramientas que permitan planificar el desarrollo del pistachero en el país con base en información adaptada a las condiciones argentinas, y no solo en experiencias extranjeras.

Mientras tanto, el pistacho sigue ganando terreno en las preferencias de consumidores que buscan productos innovadores y saludables. Desde bombones y helados hasta cremas untables y pastelería gourmet, la categoría no para de crecer. El desafío, ahora, será convertir esta tendencia en una oportunidad sostenible para el desarrollo de un cultivo que, en Argentina, todavía tiene mucho por dar.


Author: Martina

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