Diciembre vuelve a poner al pan dulce en el centro de la escena y, como cada año, la ciudad suma nuevas versiones que reinterpretan el clásico sin perder de vista la técnica, el tiempo y la calidad de los ingredientes.
Más allá de las recetas familiares y los sabores de siempre, panaderías y pastificios apuestan a fermentos naturales, rellenos precisos y procesos cuidados que convierten a este ícono de las fiestas en algo más que un cierre de mesa.
En esta nueva recorrida, seguimos sumando opciones para elegir con tiempo y hasta probar antes del brindis.
#. Casa Sáenz.
En Casa Sáenz, la llegada de diciembre se anuncia con pan dulce propio. Para estas fiestas, la casa propone tres versiones de 750 gramos.
Chocolate y dátiles apuesta por una dulzura profunda y envolvente; frutos secos y pasta de pistacho juega con texturas y notas tostadas; y frambuesa, chocolate blanco y naranja confitada suma frescura y acidez medida, ideal para quienes buscan salir del registro más tradicional sin perder espíritu navideño.
Se consiguen por encargo con 48 horas de anticipación o para retiro directo en mostrador.
La Alacena vuelve a decir presente en la previa de las fiestas con su panettone de todos los años, una versión fiel al espíritu artesanal que define a la casa. Esponjoso y bien aireado, se elabora con lievito madre y un proceso paciente que se nota en la miga y en el perfume apenas sale del envoltorio.
La receta combina frutas abrillantadas, frutos secos y pistachos, y se termina con un clásico glasé real que aporta dulzura y textura sin opacar el conjunto.
J.A. Cabrera 4002, Palermo.
#. Laban.
En Laban, diciembre huele a pan dulce y la definición no es metáfora. Su versión de este año mantiene la receta de siempre, pero con un ajuste: el horneado en molde, una decisión técnica que permite conservar la humedad durante días -siete, según la casa, o indefinidamente si se lo administra con criterio festivo- y lograr una miga más pareja y amable.
La aromática está cuidadosamente calibrada: agua de azahar en la dosis justa, cascaritas de naranja, pasas rubias y morochas, frutas abrillantadas que aportan dulzor y humedad, y una lluvia generosa de frutos secos (almendras, nueces y cajú) que suma textura y profundidad. Se consigue en presentaciones de un kilo y ½ kilo, y está disponible directamente en mostrador.
Charcas 3656, Palermo.
#. Amasadero.
En Amasadero, el panettone es una pieza de escala más íntima. La versión de 500 gramos se elabora con masa madre y una miga bien trabajada, aireada con cuerpo, donde el fermento aporta profundidad y un dulzor más equilibrado.
El relleno combina avellanas tostadas, naranjas confitadas y chocolate, una tríada clásica que funciona por contraste entre notas amargas, cítricas y dulces.
Thames 1565, Palermo; Av. Ricardo Balbín 2551, Belgrano; La Pampa 2142, Belgrano.
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