El homenaje de una cafetería a una pieza emblemática de la pastelería porteña: todo sobre el fosforito de La Kitchen

Sofía Jungberg nos muestra la elaboración de este clásico paso a paso.

Hay clásicos que no necesitan ser reinventados, sino entendidos y bien hechos. El fosforito es uno de ellos: hojaldre crocante, relleno sencillo, sabor directo. Fue así que se transformó en una pieza emblema entre los panificados argentinos.

En La Kitchen, el local instalado en una esquina tranquila del barrio porteño de Saavedra, decidieron rendirle tributo desde ese lugar, respetando la receta de siempre y llevándola al terreno de la pastelería artesanal que define a este proyecto porteño.

El negocio nació a mediados de 2020 de la mano de Sofía Jungberg y Joakin Fargas, una dupla con fuerte formación visual: ella desde el Marketing, él desde la fotografía. Esa mirada estética atraviesa todo lo que hacen, pero sin eclipsar lo principal: el producto.

Autodidacta en pastelería, Sofía se perfeccionó en Nueva York, donde la idea de un espacio propio empezó a tomar forma. A la vuelta, llegaron las primeras producciones para terceros hasta que, en plena pandemia, esa esquina de Saavedra se convirtió en realidad.

Dentro de la carta, el fosforito ocupa un lugar destacado entre los laminados más pedidos. La preparación sigue una lógica clásica: masa de hojaldre empastada únicamente con manteca, laminada con precisión y glaseada antes de entrar al horno por unos 40 minutos. El relleno no busca sorpresas ni giros modernos: jamón y queso, como manda la tradición.

El enfoque de Sofía y Joakin provocó fanáticos entre quienes buscan un equilibrio entre el café de especialidad y la pastelería artesanal, siempre con criterio estético. Por eso La Kitchen ahora también tiene locales en Villa Ortúzar (Roseti 1362) y en Belgrano sobre Av. Costanera 2851.


Author: Cucinare

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