Dos talleres, dos hornos: pizzerías porteñas que cambiaron la grasa de motor por oliva extra virgen
Eléctrica y Garito Loyola transformaron viejos espacios de mecánica automotor en locales que son tendencia entre los fans de la nueva pizza porteña.

En esta ciudad, algunos talleres mecánicos colgaron las llaves inglesas para encender hornos. Donde antes se alineaban ruedas y se cambiaba aceite, hoy se estiran bollos, se sirven vermús y se escucha rock entre paredes con historia. Estos espacios reciclados conservan la estética industrial, pero ahora huelen a masa madre y leña encendida.
Eléctrica Pizza y Garito Loyola, ambas en el narrio porteño de Villa Crespo, son dos ejemplos perfectos de esta transformación porteña: locales que mantienen el espíritu de garage, pero con alma pizzera y el encanto inconfundible de lo que surge entre el trabajo, la amistad y el buen comer.
#. Eléctrica Pizza.

En el corazón de Villa Crespo, un antiguo taller mecánico volvió a la vida, esta vez con aroma a masa madre y leña encendida. Eléctrica Pizza mantiene la impronta industrial del viejo Taller Carlos, pero hoy las herramientas fueron reemplazadas por palas, harina orgánica y hornos napolitanos.
Las pizzas, elaboradas con masa madre y cocidas a la leña, juntan una textura aireada y bordes crocantes. Entre las favoritas están la Potato, con papas al romero, mozzarella y parmesano, y la Fuga eléctrica, una versión moderna de la fugazzeta con tres quesos y cebolla blanca. De postre, el clásico es su flan, tan famoso como su horno.
Julián Álvarez 1295, Villa Crespo.
#. Garito Loyola.

También en el mismo barrio, el histórico taller de Cacho -más de 40 años alineando ruedas- renació como pizzería y hoy late a hornos encendidos y mesas largas. Detrás están Juan Angrisano y Leonardo Giuliano, dos amigos con currículum pizzero, que mantuvieron la estética industrial y el espíritu de garage.
La pizza es a la piedra, con 48 horas de fermentación y cocción en horno mixto (gas y leña de quebracho): piso crocante, queso generoso y clásicos como la Migliore de panceta y provolone. En la barra mandan jarras de vermú y cerveza de litro, perfectas para las juntadas y los after de show del barrio. Completa la escena la fainá dorada y un postre estilo Shimmy que pega directo a la nostalgia.
Loyola 1184, Villa Crespo.
Author: Cucinare
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