Pablo Rivero, creador de Don Julio y El Preferido, personalidad destacada de la cultura porteña: “Los restaurantes son instituciones de afecto”

La Legislatura porteña reconoció al responsable de dos proyectos que pusieron a la ciudad de Buenos Aires en boca de todo el mundo.

Buenos Aires sumó un nuevo nombre a su lista de referentes culturales: Pablo Rivero, el empresario gastronómico detrás de Don Julio y El Preferido de Palermo, fue distinguido por la Legislatura porteña como Personalidad Destacada de la Cultura.

Un reconocimiento que no sólo celebra su trayectoria, sino también la manera en que hizo que la gastronomía local hablase con voz propia en el país y en el mundo.

La jornada dejó al propio Rivero visiblemente conmovido. En sus redes, habló de la mezcla de emociones que lo atravesó y del valor que tiene que la ciudad ponga la mirada en el rol social y cultural de los restaurantes. “Es inmenso que la ciudad reconozca el trabajo, la función social y cultural que los restaurantes realizan en ella”, expresó.

Para él, cada comedor porteño es también un reservorio de memoria: un lugar donde leer los encuentros, las alegrías y los golpes que marcaron a los porteños. Desde un café del centro hasta una porción de pizza sobre la calle Corrientes, Rivero recuperó la idea de que la gastronomía es relato vivo: muestra quiénes fuimos, quiénes somos y hacia dónde vamos. También agradeció a su equipo y a quienes impulsaron el reconocimiento, destacando que los restaurantes “son instituciones del afecto”.

El legislador Sergio Siciliano, autor de la iniciativa, señaló que Rivero no sólo creó una de las parrillas más reconocidas del mundo -Don Julio fue elegido N°1 de América latina, ocupa el puesto 10 en The World’s 50 Best Restaurants y tiene estrella Michelin y estrella verde por su compromiso ambiental-, sino que también, de la mano de su socio Guido Tassi y sus equipos, revitalizó rincones del barrio, recuperó tradición y llevó la identidad culinaria porteña a escala global.

“La gastronomía es una manera de contar quiénes somos”, indicó, subrayando la importancia de que proyectos como Don Julio y El Preferido formen parte del tejido cultural de la ciudad.

La distinción a Rivero confirma algo que Buenos Aires ya intuía: su gastronomía no es sólo una vidriera de sabores, sino una forma de narrar su historia. Y detrás de esa narrativa, hay figuras como él que lograron transformar restaurantes en símbolos culturales.


Author: Cucinare

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