Qué es la pasta kataifi, los fideos árabes que vienen en el chocolate de Dubái: a qué precio se consigue en Buenos Aires

Esta preparación también se puede reemplazar por la clásica masa philo.

Aunque tiene siglos de historia en la cocina del Mediterráneo Oriental, la pasta kataifi —también conocida como kadaif, kanafeh o kadayifvive hoy un inesperado momento de gloria.

Su textura única, similar a una maraña de hilos dorados y crujientes, se volvió protagonista de uno de los postres más virales del último tiempo: el chocolate de Dubái. Esta creación, que combina chocolate fundido, pistachos y kataifi tostada, se popularizó por su estética lujosa y su impacto visual irresistible, ideal para capturar la atención en redes sociales.

A diferencia de la masa philo, con la que comparte los ingredientes básicos —harina, agua y sal—, la kataifi se elabora en forma de finísimos filamentos. El proceso consiste en verter una mezcla muy fluida sobre una superficie caliente en movimiento, donde se seca y toma forma casi instantáneamente.

El resultado son hilos flexibles que se pueden moldear en nidos, envolver rellenos o usar como base crocante en platos dulces y salados.

Dónde comprar kataifi y cuánto cuesta

De hecho, en Argentina se puede simular este tipo de pasta con la masa philo tradicional y luego cortarla en láminas finas para tener un producto muy similar. También se consigue la kataifi tradicional en la Panadería Armenia (Scalabrini Ortiz 1317) por $ 9.000 los 500 gramos.

El chocolate de Dubái potenció su fama y reveló su enorme versatilidad. En esta versión moderna y lujosa de postre, la kataifi aporta textura, estructura y un contraste visual inconfundible.

Generalmente se arma con una capa inferior de kataifi tostada, cubierta con una mezcla de pistachos molidos, chocolate fundido —amargo o con leche— y, a veces, un delicado perfume de agua de rosas o de azahar. El resultado es un dulce sofisticado que combina lo artesanal con lo contemporáneo.

Más allá de esta moda reciente, la kataifi tiene un lugar consolidado en la repostería tradicional de Grecia y el mundo árabe. En preparaciones como el kunafa, por ejemplo, se mezcla con queso fresco y se baña en almíbar especiado. También se utiliza rellena con frutos secos y miel.

Pero su uso se ha expandido: en versiones saladas, se la encuentra envolviendo langostinos, vegetales o cordero; y en la pastelería moderna, funciona como topping para helados, bases de mousses frías o incluso como crutón en ensaladas.

Cómo hacer la pasta kataifi en casa

Con un sabor neutro y una textura que puede adaptarse al horno o a la fritura, la kataifi resulta ideal para múltiples recetas. En Argentina, ya es posible conseguirla en tiendas especializadas o a través de plataformas online, tanto en versiones crudas —que deben conservarse refrigeradas— como tostadas, que ofrecen mayor durabilidad y facilidad de uso.

Para quienes no logren encontrarla, existe la opción de hacerla en casa. La preparación requiere apenas harina común, agua, sal y un poco de aceite. El secreto está en lograr una masa muy ligera, sin grumos. Se vierte sobre una sartén caliente con una manga pastelera o una bolsa con una pequeña abertura, dibujando líneas finas en zigzag.

Al contacto con el calor, los hilos se cocinan al instante. Luego, se retiran cuidadosamente con una espátula y se dejan enfriar. Si bien el resultado artesanal no iguala al industrial, alcanza para experimentar con recetas clásicas o virales.

Desde el punto de vista nutricional, la kataifi cruda es baja en grasas y colesterol, y ofrece una buena proporción de hidratos y proteínas. Aporta unas 290 calorías cada 100 gramos, aunque su valor calórico se incrementa notablemente cuando se combina con manteca, almíbar o fritura, como ocurre en muchos postres tradicionales del Medio Oriente.


Author: Cucinare

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