El 3 de junio se festeja el Día Internacional de la Sommelierie, ya que fue un 3 de junio de 1969 el día que se creó l’Association de la Sommellerie Internationale, (A.S.I.). Pero la primera pregunta que cabe formularse es: ¿qué es un sommelier?
El sommelier es un fenómeno relativamente reciente en la Argentina, y es la persona que, por estudios, conocimientos y experiencia, es especialista en bebidas, incluyendo aguas, infusiones, destilados, licores pero, por sobre todo, vinos.
La función del sommelier, tanto en un hotel como en un restaurant, pasa por seleccionar vinos, comprarlos, estibarlos, confeccionar y mantener actualizada una carta de vinos, controlar la rotación de inventarios, asesorar a los comensales que así lo deseen sobre los vinos y bebidas del establecimiento y su interacción con los platos, y responsabilizarse por el correcto servicio durante una comida.
Sin embargo, los sommeliers también se desempeñan en otros ámbitos, como la organización de catas, la comercialización de vinos en bodegas y vinotecas, el turismo, las capacitaciones profesionales, la docencia, la organización de eventos, la prensa especializada, o la concentración en productos como el café, los destilados, el té, el aceite de oliva, y hasta la yerba mate.
La Argentina tiene el honor de contar con Andrés Rosberg, que además de presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers (AAS), es presidente de la l’Association de la Sommellerie Internationale (AIS).
En exclusiva para Cucinare, Rosberg dice que “la AAS ha crecido mucho y muy rápidamente, y actualmente cuenta con 800 miembros aproximadamente en todo el país, cifra que es significativa. Creo que la AAS ha sido exitosa en dar a conocer la profesión. Incluso me alegra que hayamos podido posicionar el término, que además es difícil de escribir, en un contexto donde cada vez se usan menos palabras. Además, el sector vitivinícola reconoce a la sommelierie como un importante eslabón de la cadena, sobre todo porque el sommelier le habla al consumidor final”.
“Entiendo que el futuro de la profesión es brillante. Hace 20 0 30 años la prescripción de los vinos estaba en manos de 2 0 3 críticos importantes, pero ahora, con el poder de las redes sociales, los sommeliers han ampliado su rango de audiencia, su público. Alguna vez se dijo que el sommelier es críptico en su lenguaje y disuade a la gente a adentrarse en el mundo del vino, pero eso es falso; el sommelier es una figura accesible, que acerca el vino al público. Para esto está. El comensal lo ve, conversa con el, en ocasiones traba una relación, y si el cliente le manda un mensaje seguramente lo contesta; hay una interacción”, concluye el experto.
Por su parte, la AIS es en la actualidad la comunidad más grande de sommeliers del mundo, ya que agrupa a más de 55 países en los 5 continentes.
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