Todavía no llegó a ocurrir en la Argentina, pero a la velocidad que avanzan las cosas, no debería sorprender que pronto pueda suceder. Una australiana que practica el veganismo decidió denunciar ante la Justicia a su vecino porque no podía disfrutar del jardín por la cantidad de veces que éste usaba la parrilla.
Cilla Carden vive en la localidad de Girrawheen, en el norte de Perth (oeste australiano) y, cansada del olor a asado que llegaba del terreno de su vecino, decidió presentar una demanda en su contra.
“Han colocado la parrilla allí y solo huelo a pescado, solo puedo oler a pescado. No puedo disfrutar de mi jardín, ya no puedo salir fuera de casa”, se quejó en una entrevista, planteando que no se puede vivir cocinando todo el tiempo en el jardín, aparte del olor a cigarrillo que le llegaba de al lado, más el ruido de los chicos jugando al básquet y los ladridos de los perros.
Por eso, harta de no obtener respuesta, la mujer decidió iniciar acciones legales contra su vecino, cuyo nombre no trascendió. El pleito fue presentado en 2017, y llegó hasta la Corte Suprema de Perth, que finalmente desestimó el caso y se negó a darle la razón a la mujer vegana.
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