Aquellos que prefieren cocinar sus propias viandas en vez de almorzar en un comedor escolar o restaurant al paso, están de parabienes. Porque uno de los problemas que enfrentan los viandantes son las dificultades a la hora de calentar su almuerzo. En verano uno se puede arreglar con una ensalada o sándwich casero, pero en invierno comer frío se hace cuesta arriba.
Sucede que en la feria CES 2020 de Las Vegas, el evento de tecnología más trascedente del mundo, una compañía holandesa acaba de presentar una revolucionaria lunchera que calienta su contenido al vapor, concepto novedoso por demás. Pero no sólo se trata de tecnología porque además es sumamente estética debido a un cuidoso diseño y a una tapa de bambú.
¿Cómo llegó la humilde lunchera a evolucionar hasta este punto? Si bien siempre existieron recipientes para transportar alimentos, no fue sino hasta principios del siglo XX cuando los obreros que salían trabajar llevaban su almuerzo dentro de primitivas latas de tabaco.
Posteriormente este sistema se empleó para que los chicos lleven su vianda a las escuelas, consistente en una pequeña caja con cierre y asa, a menudo impresa con una imagen colorida que puede ser genérica o basada en programas de televisión o películas. El uso de metal litografiado para producir luncheras data de las décadas de 1950. Y en la década de 1990 se comenzaron a fabricar con plástico moldeado por inyección.
La gran novedad que trae la Heatbox es que mientras algunas viandas para mantener el calor cuentan con un termo o una resistencia, este producto usa vapor, lo que evita que se seque la comida al calentarse. La lunchera requiere el agregado de un poco de agua a la comida, que luego será calentada por una batería de 18000 mAh. La misma estará disponible a mediados del año y tendrá un costo de u$s 207 (no es cuestión de perderla).
El problema de las luncheras, más allá de la mayor o menor practicidad, pasa por un tema de seguridad alimentaria. Cucinare consultó con Pamela Salvatori, nutricionista y bromatóloga, quien afirmó que “mientras los alimentos estén debajo de los 5° y arriba de los 60°, no hay riesgos. El problema surge cuando se encuentran dentro de esa franja; es que sin control de temperatura no pueden estar más de 4 horas. Después hay que tirarlos”, concluye la experta.
¿Sos de usar lunchera en tus almuerzos?
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