Fanta, la increíble historia de la gaseosa a base de naranjas
Este famoso refresco tiene un origen impensado y excitante.
Son muy pocos los que destapan una botella de Fanta y saben que esta fue una bebida creada en la Alemania Nazi, en pleno embate de la invasión sobre la Unión Soviética. Sucede que la compañía Coca-Cola, presente en el país germano desde 1930, era una bebida muy querida y exitosa. Pero en 1941, rotas las relaciones entre los Estados Unidos y el Eje, la casa matriz dejó de enviar a su filial alemana el jarabe base, en un país donde se vendían 5 millones de botellas por año (de hecho, casi todos los alemanes pensaban que se trataba de un refresco local).
El gerente de la planta, Max Keith, necesitaba hacer algo para mantenerla en funcionamiento, y se le ocurrió elaborar una bebida con sabor a fruta hecha con lo que pudo encontrar en medio del escenario bélico. Por lo tanto, utilizó mondas de manzana y suero proveniente de los fabricantes de queso, con lo que creó una gaseosa de color amarillo con un sabor que cambiaba en la misma medida en que lo hacían los insumos.
El nombre Fanta surgió durante un concurso de empleados para nombrar la nueva bebida. Keith les dijo que dejaran volar su fantasía (“Fantasie”, en alemán). Al escuchar eso, el vendedor Joe Knipp pensó en el nombre de Fanta, que finalmente fue el elegido. En 1943, primer año de producción de la gaseosa (y segunda marca lanzada por el grupo Coca-Cola), se vendieron 3 millones de botellas, un éxito total.
Como dato de color, vale mencionar que el dueño de una de las embotelladoras de Coca-Cola en Alemania era Max Schmeling, excampeón mundial de boxeo en la categoría de los pesos pesados que fue vencido por Joe Louis en el primer round, quien no tenía ninguna simpatía por el nazismo.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Fanta fue traída a los Estados Unidos por Coca-Cola y, en 1960, compraron la marca registrada. Fanta Orange está disponible en 180 países y, fiel a su espíritu original, hay más de 90 sabores diferentes en todo el mundo. La mayoría de ellos solo están disponibles por región en algunos países.
Por ejemplo, en los Estados Unidos tiene trazas de durazno, en Brasil a guaraná, en México a uva, en Rusia a pera, en Francia a frutilla y kiwi, en Rumania a lima y en Argelia a manzana. En la Argentina, se probó con la comercialización de las variedades de manzana, uva, pomelo y limón, pero con el tiempo fueron discontinuadas.
¿Conocías la historia de Fanta?
Author: Cucinare
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Muy interesante y amena
Gracias Luis