Así como Diego de la Vega es El Zorro, la gastronomía vernácula tiene su héroe de ficción. Se trata de Julián Alvarado El Supremo, uno de los personajes más queridos dentro del ambiente gastronómico, y sin duda el más delirante.
Lo que empezó siendo una idea disparatada de un restaurador con más de 45 años (que prefiere conservar el anonimato), se ha transformado en un personaje de culto que de a poco se materializó. Cucinare te cuenta acerca de este cocinero que oculta su rostro atrás de unos lentes oscuros y un repasador.
Alvarado comenzó en 2016 como personaje de una narración y tiene en su haber cuatro años de publicaciones continuas (alrededor de 600), en las redes sociales. Hace dos años que acompaña a Alejandro Maglione, colaborador de Cucinare, en el programa La Isla de los Sibaritas, por Radio Dime, donde además de una cuota de humor aporta información sobre la actividad gastronómica.
El juego que propone este personaje es que Julián Alvarado, vaca sagrada de la cocina, regresó a la Argentina luego de un largo período en Europa para abrir un restaurant a puertas cerradas para ocho comensales, y fue redescubierto por el crítico Alejandro Mejorana. Así empieza una historia épica donde nadie logra comer en su restaurant súper secreto, pero lo cierto es que Alvarado va construyendo un imperio culinario.
Su currícula de ficción dice que fue cocinero en el Patrick Charpentier Bistró, en París, además de jefe de cocina del Ringo Bonne Veine Bistró en Parc Patriciers. Actualmente ostenta en rango de “Supremo” en la corporación Julián Alvarado, negocio que opcaca al emporio de Alain Ducasse.
Es que en la ficción, Alvarado cuenta con diversos establecimientos gastronómicos, una universidad, una televisora, radio, bodegas, además de una infinidad de productos con su rostro y firma. Incluso se dio el lujo de dirigir una orquesta con un cucharón (esto sí es verídico).
Por otro lado, realiza campañas solidarias (esto también es bien real), como juntar fondos para mandar a un niño a hacerse un tratamiento en China o para reunir dinero a fin de que un vendedor ambulante de repasadores llamado Braian pueda hacerse de un techo propio. Es que con Alvarado es difícil separar la realidad de la ficción, pero si uno le pregunta a cualquier restaurador de fuste, sin duda lo conoce.
Pero además Alvarado tiene su lista de recomendados (esto también es cierto). Se trata de la Lista 2019, donde cada restaurant que goza de su bendición ostenta en la entrada un sticker con la imagen del cocinero enmascarado. Algunos de ellos son Bruni, El Federal, Santa Evita, Oviedo, Roux, Otero, Freud & Fahler, Chiuso, Happening, La Brigada, El Baqueano, Opio, La Esperanza de los Azcurra, Till Bistro, La Alacena, Mercadito Latino, Merci, Compañía de Chocolates, Don Julio, San Paolo, La Cava de Jufré, Tancat, Dadá, Florida Garden, Italpast, La Mar, Rostisería Miramar, La Cocina, Gran Dabbang, Dambleé Brasserie, Piola, Gula, Freud & Fahler, Plácido, Vía 71, Bodegón Café de los Angelitos, Varela Varelita, Ciryl y Luis, Chancho Chico y varios más.
¿Habías escuchado hablar de Julián Alvarado?
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