La cerveza puede convertirse en un toque distinto en tu cocina de todos los días. Esta bebida de baja graduación alcohólica es muy útil para la elaboración de salsas, para hidratar un pollo al horno (se lo va regando con cerveza a medida que lo cocinás para que no se seque) o, por ejemplo, pero también para marinar todo tipo de carnes.
En este caso, basta con dejar de 12 a 24 horas una carne marinando en cerveza para que cambie su sabor, su textura, volviéndose más suave y jugosa.
Si no te imaginás en qué otras recetas te puede servir la cerveza, acá te pasamos algunas ideas.
#1. Rebozado. Agregá un poco de cerveza en el pan rallado y vas a ver cómo esta acelera el proceso de rebozado y aumenta el dorado final.
#2. Pizzas. Para la masa de pizza casera, añadir un poco de cerveza ayuda a conseguir una textura y sabor distinto. Porque la levadura de cerveza es rica en proteínas, fibra, hierro y vitaminas y aporta muchos beneficios al organismo.
#3. Salsas. Al igual que con el marinado de las carnes, un poco de cerveza le va a dar un toque distintivo a tu salsa. Solo se trata de experimentar para notar la diferencia. Y lo mismo se puede hacer con una vinagreta.
#4. Tipos de cervezas. No es lo mismo utilizar una rubia que una negra o roja. Por eso, si te gusta un sabor más suave, probá con una cerveza rubia, porque las demás van a aportar notas más amargas que pueden quedar bien, pero eso ya depende de tu gusto.
¿Sos de cocinar con cerveza?
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