El primer debate de los candidatos a la presidencia del país más poderoso del mundo se podría calificar como un empate técnico. Y es ahora, en la recta final de las elecciones, donde los votantes empezarán a sopesar los detalles íntimos de cada uno de los aspirantes.
Amén del coronavirus que afecta al candidato republicano, una de las cosas que muestran el estilo de vida de ambos políticos es la dieta. Por lo diferente, vale la pena dedicar unas líneas a los hábitos gastronómicos tanto de Donald Trump como de Joe Biden.
Según cuentan los asesores del presidente, Corey Lewandowski y David Bossie en libro Let Trump Be Trump: The Inside Story of His Rise to the Presidency, una cena típica de Trump durante su campaña electoral estaría compuesta por dos Big Mac, dos sándwiches de pescado y un batido de chocolate. La suma de este pedido (aparentemente habitual) equivale a 2.672 calorías.
Pero eso no es todo. Al parecer, si cuenta con poco tiempo, el presidente estadounidense desayuna en McDonald’sun sándwich de huevo y bacon con extra de queso, salsa y pan. Pero además le gusta comer pizza y el pollo frito de la cadena KFC y las galletitas Oreo. Y para hidratarse. toma unas 12 latas de Coca-Cola Light a lo largo del día.
Su rival, Biden, es un político experimentado, y aunque es más refinado que Trump, tampoco es un gourmet. Si bien no es un hombre de champagne y caviar, tampoco es cultor del fast food. Se sabe que tiene debilidad por los helados, en especial por la marca Jeni’s, generoso aportante a la campaña del demócrata. Pero a pesar de que Jeni’s ofrece sabores gourmet como queso de cabra con cerezas rojas y agua de azahar, el sabor favorito de Biden es un sencillo chocolate.
El helado no es el único capricho azucarado de Biden, ya que consume con sumo placer batidos y postres de todo tipo. Según la sección gastronómica del Washington Examiner, a Biden le gustan los croissants de almendras.
Respecto de los platos fuertes, en 2016 reveló a US Weekly que su comida favorita era la pasta, en especia el cabello de ángel al pomodoro; también le gusta la ensalada caprese y el sorbete de frambuesa, servido en varias ocasiones durante sus comidas de campaña, así como el pollo a la parmesana, espaguetis con salsa marinara y bastante pizza, platos que ocasionalmente matiza con una ensalada.
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