Donald Trump ya fue dado de alta del hospital militar Walter Reed (en Bethesda, Maryland), donde había sido internado el viernes 2 de octubre tras contagiarse de coronavirus. En total, permaneció allí solo tres días, y su salida del sanatorio fue una puesta en escena como cada una de sus apariciones.
Pero antes, el domingo, el presidente estadounidense decidió salir a saludar a sus seguidores, quienes se apostaron afuera del hospital para darle su apoyo. A pesar de que los médicos le recomendaron permanecer aislado, Trump decidió saludarlos desde la ventanilla de su auto oficial, pero eso no fue todo: también encargó 200 pizzas para darles de comer, un gesto que fue muy valorado por todos.
Antes, había anunciado su plan: “Vamos hacer una pequeña visita sorpresa a algunos de los patriotas que están en la calle, que llevan ahí mucho tiempo, con banderas de Trump y que aman nuestro país”. La gente se mostró muy agradecida por su saludo, pero mucho más por la comida que le hicieron llegar.
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