Increíble pero real: las paltas de la variedad Hass, tan apreciadas en todo el mundo, fueron creadas por un estadounidense de origen alemán, Rudolph Hass, quien plantó un primer árbol en el patio de su casa en el estado de California en 1926, hace casi un siglo.
De esa planta provienen casi todos los injertos que se conocen del árbol de plata Hass en el mundo. Y, en el lugar donde fue plantado ese primer árbol, se colocó una placa para recordarlo. El árbol vivió 75 años y, en 2002, fue talado.
Hass, nacido en Milwaukee, Wisconsin, era un cartero que, mudado a la localidad de La Habra, al sudeste de Los Ángeles, plantó una variedad que, muy pronto resultó ser más sabrosa que las que existían en México. Y que fue la primera patente otorgada a un árbol en los Estados Unidos.
Sin embargo, el éxito inicial de Hass no duró mucho, ya que nadie respetó su patente e, ilegalmente, injertaron esquejes de su planta en lugar de comprarla. Se calcula que el excartero solo ganó 5.000 dólares en total por su patente, cuando debería haberse hecho rico.
¿Te gustan las paltas Hass?
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