Hace un tiempo, en Cucinare comentamos cuáles son los principales riesgos que existen en la cocina. Así como es una fuente de placeres, también puede convertirse en un lugar donde fácilmente suceden accidentes domésticos. Es que la presencia de fuegos, humedad y filos puede generar situaciones de riesgo para los cocineros de ocasión.
Pero si el accidente ya sucedió, hay una serie de medidas que hay que tomar para responder a esa situación:
#1. Botiquín. En primer lugar, hay que contar con un botiquín, o al menos con los insumos básicos para atender los primeros auxilios. Además, es bueno tener a mano los teléfonos de emergencias médicas.
#2. Cortes. En caso de que uno sufra un corte, deberá limpiar la herida inmediatamente con agua oxigenada u algún otro antiséptico y aplicar presión en la zona preferentemente con una gasa o un paño limpio a fin de detener la hemorragia. Las curitas ayudan para paliar los cortes menores, pero si es de mayor consideración, amerita una visita al médico. Es común que los profesionales de la salud prescriban antibióticos en lesiones que en apariencia son insignificantes, pero al lastimarse mientras uno trabaja con alimentos crudos suele estar expuesto a diferentes bacterias.
#3. Quemaduras. El calor es la esencia de la cocina. Las hornallas están prendidas y calientan líquidos diversos que van desde aceite, caldos y agua, así que el riesgo de quemarse está muy presente. En caso de sufrir una quemadura menor, hay que bajar inmediatamente la temperatura de la zona afectada poniendo el miembro afectado debajo de un chorro de agua fría al menos durante unos 10 minutos. Luego, hay que secar la zona afectada y cubrirla con una gasa en caso de que resulte necesario. La herida tiene que estar limpia, motivo que obliga a cambiar el vendaje con regularidad.
#4. Irritación en ojos y piel. Si uno es particularmente sensible a las cebollas u otro ingrediente que le provoque irritación, lavarse los ojos o la zona afectado bajo un chorro de agua fría, cuidado de no frotarlos, y secarlos con cuidado. Si la molestia persiste conviene consultar a un especialista.
#5. Resbalones. El piso de la cocina puede estar húmedo y provocar resbalones. Más allá de recurrir a un traumatólogo cuando el golpe es severo, uno puede recurrir al hielo para paliar la inflamación que produce un golpe menor, amén de un analgésico de baja intensidad para combatir al dolor.
¿Qué otras sugerencias tenés para los accidentes domésticos?
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