Tras un nuevo rebrote de coronavirus, la ciudad de Nueva York anunció la prohibición para todos los bares y restaurants de servir a sus clientes en salones interiores. El anuncio fue realizado por el gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, en una señal del duro invierno que se viene para todos los empresarios del sector.
Como sucedió en el invierno pasado en Buenos Aires, a partir de ahora solo estarán autorizados los pedidos por delivery o para comer al aire libre en los espacios disponibles de los establecimientos gastronómicos.
Pero con las temperaturas descendiendo cerca de 0°C en las próximas semanas, va a ser difícil sostener esta última opción. El funcionario había anunciado un primer cierre de una semana, pero como el número de contagios no baja, se vio obligado a extender la medida por más tiempo.
Es que en estos momentos, hay casi 1.700 pacientes infectados que se encuentran internados en hospitales de la ciudad. Este número representa el triple con respecto a un mes atrás.
La medida es un “golpe enorme”, dijo Melissa Fleischut, presidenta y directora general de la Asociación de Restaurantes del Estado de Nueva York.
Y agregó: “Esta medida inevitablemente resultará en despidos en gran escala y en vastos cierres antes de las Fiestas de fin de año”, al tiempo que señaló que era “injusta y devastadora”.
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