Es la gran novedad de la ciudad de Shenzhen, una de las grandes capitales financieras de China. Se trata de un restaurant donde la comida es transportada a cada mesa por robots que circulan por rieles suspendidos del techo del salón y directamente “cae” sobre los comensales.
El sistema de cinta transportadora fue pensado en plena pandemia de coronavirus como forma de evitar los contagios por la proximidad entre clientes y mozos. De esta manera, quienes se sientan a comer en el establecimiento ven circular por encima de sus cabezas unas extrañas cajas de color rosado con pantallas con forma de ojos, que son los robots que llevan los platos en su interior.
Cuando la caja llega a la mesa correspondiente, se abren las puertas para que los mismos comensales agarren sus platos y así evitar todo contacto humano.
Pero eso no es todo: también hay mozos robots que circulan por las mesas para tomar los pedidos, brindando así la confianza en los clientes de que no se van a infectar.
“Esperamos optimizar la estructura de costos laborales de esta industria tradicional mediante el uso de robots de cocina de desarrollo propio y brindar un manjar más rápido y seguro con una experiencia gastronómica futurista”, explicó Song Fang, el director de la compañía Qianxi Robotics Group que abrió el restaurant.
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