La eterna grieta entre el vino y la cerveza acaba de ser cerrada por una empresa española. Y la solución fue realmente salomónica: crear una cerveza “disfrazada” de vino.
Se trata de la Grape Beer, elaborada por La Fábrica de Málaga, que posee el color y sabor típico de un vino. La compañía la promociona, además, jugando con las dos opciones que existen hoy en bebidas alcohólicas de baja graduación: “La bebida perfecta para indecisos”.
Si bien en su aspecto recuerda al vino, en su elaboración se trata de una cerveza tradicional, con malta pilsen, malta de trigo y avena, con un poco de lúpulo aportado por el toque de la uva. Pero luego, durante la maduración y tras una fermentación previa, se agrega mosto de uva y las clásicas levaduras de la fermentación del vino, con el objetivo de generar un proceso enológico, pero sobre una base de cerveza.
Es así que, en la segunda fermentación, se obtiene el perfil de vino tinto, tanto en sabor como en color y que tapa el clásico dorado de la cerveza. “Llevábamos mucho tiempo con ganas de elaborar una cerveza que rindiese un homenaje especial a dos bebidas que nos han acompañado en nuestros años de formación y de desarrollo profesional”, explicó Jorge Varela, uno de los creadores de esta novedosa bebida.
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