Si todos fuéramos más solidarios, otro sería el mundo. Afortunadamente existe gente que, contra viento y marea, muestra lo mejor de sí. Es el caso de la granja y fiambrería La Familia, comercio del barrio porteño de Villa Crespo que desarrolla una acción muy singular.
El local ocupa una esquina de Rojas y Beláustegui. La propuesta no difiere demasiado de los demás colegas, si no fuera por la pizarra que hay en el exterior. Allí aparece la siguiente frase: “No pases el día con el estómago vacío, o dejes que tus hijos pasen hambre por vergüenza u orgullo. ¡No es tu culpa! Entrá que con algo te vamos a ayudar. De esta salimos todos juntos”.
Cucinare se comunicó con el negocio, que tiene diez años de trayectoria. Pertenece a Pablo Pato y familia, pero conversamos con Matías Agüero y Carlos Fresia, empleados de la casa: “Todo aquel que tiene necesidades, puede pasar por acá. Nosotros juntamos alimentos que aporta tanto la familia Pato como los clientes. Es una acción solidaria. Los fraccionamos en bolsas y quedan disponibles para aquel que lo pueda necesitar”.
Ante la pregunta de si es mucha la gente que acude por auxilio, el hombre dijo: “Depende el día. A veces pasan una o dos personas, y en ocasiones cuatro o cinco. Esto no es algo nuevo, ya que lo venimos haciendo hace varios años, aunque por la pandemia la acción tiene más visibilidad. Parece algo fuera de lo común, pero nosotros entendemos que una ayuda, un plato de comida, no se le niega a nadie”.
La Familia provee fiambres y quesos, pero también cuenta con artículos de seco (despensa), además de leña y carbón.
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