Tom Bosworth no podía creer lo que le acababan de servir en el comedor de la sede de Sapporo de los Juegos Olímpicos: arroz frío, cebollas al vapor y pasta semicruda. Para el marchador del equipo británico, lo más parecido a comer en una cárcel.
Por eso, el atleta de 31 años se quejó amargamente al Comité Olímpico Internacional (COI) en las redes sociales por lo que consideraba una falta de respeto por la calidad de la comida que le sirvieron a todos los competidores de las carreras de larga distancia.
“Ey COI, sabés los millones que ganás con los Juegos Olímpicos. ¿Hay alguna posibilidad en la semana de nuestra carrera de que podamos conseguir algo de alimento? ¿Como comida? No solo salsas frías, cebollas al vapor o pasta parcialmente cocida. Esto es la cima del deporte. Sapporo parece una prisión”, publicó en un tuit.
En otro posteo que luego borró, el deportista se quejaba: “Bienvenido al sudoroso comedor de la villa que te ofrece toda una vida de trabajo duro”, “COI, ¿hay alguna posibilidad de que puedas pensar un poco en el deportista? ¿Alguna posibilidad de que tengamos un lugar para tomar un poco de aire fresco además de la vuelta de entrenamiento de 900 metros que tenemos? Una taza de café no estaría mal”.
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