Día Nacional del Asado: 7 parrillas para festejar con los mejores cortes de carne argentina

Nuestras sugerencias para celebrar la ceremonia que une a los argentinos alrededor de la mejor carne del mundo.

El 11 de octubre se celebrará el Día Nacional del Asado.

Largo fue el recorrido del asado, desde sus comienzos, cuando el gaucho en cuclillas asaba un pedazo de carne, producto obtenido del ganado cimarrón que poblaba las pampas, con la punta del facón sobre la llama, después sobre una estaca, para pasar a la cruz.

Con el tiempo de fue “acostando”, hasta llegar a la posición horizontal de las parrillas urbanas.

Pero para llegar a la parrilla en forma de tira, tuvo que suceder un acontencimiento de envergadura, como la fundación de The River Plate Fresh Meat ubicado en Campana, el día 11 de octubre de 1882, el primer frigorífico que contó con sierra a vapor.

Esta moderna herramienta permitió cortar las tiras tal cual las conocemos, en vez de realizarlo con un serrucho manual o a golpe de hacha.

Basta de historia y volvamos al presente. Te recomendamos algunas alternativas para que te quites las ganas de comer un rico asado:

#. Canta el gallo. Parrilla criolla ubicada en el centro comercial de Nordelta que se distingue con cortes seleccionados de primera calidad, porciones especiales para compartir y carnes maduradas en seco. Una propuesta para disfrutar en esta antigua casona de campo con un amplio deck al aire libre.

Además, durante todo el mes de octubre celebrarán el Mes del Asado Argentino con una parrillada especial para dos personas que incluye chorizo, morcilla, chinchulín, asado, bife de vacío, pollo, ensalada mixta, una porción de papas fritas, una botella de vino Contracara de Bodegas Callia, una bebida sin alcohol por persona y dos cafés, todo por $ 5.000.

#. Maiky. Tras cinco meses de receso, el restaurant del barrio porteño de Palermo volvió a abrir sus puertas con una experiencia más sofisticada, pero sin desmedro del espíritu descontracturado y urbano que lo caracteriza.

La especialidad son los ahumados, elaborados con un horno especial donde se ahúman las piezas a baja temperatura con astillas de árboles frutales de menor a mayor intensidad, y abarcan entradas, sándwiches, carnes y pescados.

Entre las opciones entre panes se destaca la Burger Adriática que lleva un medallón casero de carne ahumado, provoleta, rúcula y tomates secos, servida en pan casero y acompañada de papas fritas; y el wrap de pulled pork ahumado, cebolla morada y salsa barbacoa, también con papas fritas.

Además, hay clásicos de la parrilla como mollejas, salchicha parrillera, mix de achuras (chorizo, morcilla, riñón y molleja) y parrillada Campera para compartir entre dos o tres (chorizo, asado, bife de chorizo, matambre y vegetales asados, acompañada de papas fritas a caballo).

#. Bar de Carnes. Propuesta informal que combina lo mejor del asado con pintas de cerveza y cócteles.

Las carnes especialmente seleccionadas son trabajadas y presentadas en un formato pensado para comer al paso o compartir en un ambiente distendido.

Además, su cocina a la vista hace posible la interacción entre el cocinero y los comensales para que los mismos pueden elegir la terminación de sus platos.

La sección de “carnitas” se compone de carnes marinadas y asadas a la parrilla, cortadas en pequeños bocados y servidas en tablas para poner en el centro de la mesa.

En la sección “entre panes” hay jugosos sándwiches y más opciones para comer con las manos, como el Choricampi (chorizo relleno con queso mozzarella, cebolla caramelizada, envuelto en masa de pan decampo) y el Chivito Uruguayo (lomo de res al hierro con queso Danbo, panceta ahumada crocante, huevo al hierro, rúcula y tomate en pan artesanal).

#. La Dorita. Nació en 2002 con un concepto de cantina parrillera, fusionando una muy buena cocina casera y carnes de primera línea a la parrilla en un ambiente moderno, cálido y alegre.

Para el 11 de octubre, La Dorita propone una parrillada pensada para compartir entre tres personas con chorizo, morcilla, molleja, ojo de bife, vacío, matambrito de cerdo, papas fritas a caballo, morrones asados, ensalada a elección y variedad de salsas, más una botella de vino Álamos Malbec, $ 4.300 en total.

#. La Carnicería. Otro de los hits de Germán Sitz y Pedro Peña, un pequeño local de 25 cubiertos donde hacen una parrilla poco ortodoxa y de gran calidad.

La carne, de pastura, proviene de La Pampa, y tiene cortes cuidados con una vuelta gourmet. Vale mencionar que La Carnicería acaba de ingresar al ránking de The World’s 50 Best Discovery.

Sirven una molleja con maíz, miel, ajo negro y yogur, salchicha de cordero con maní, zanahoria y cebolla, y principales como corte ahumado que viene con hongos y coliflor, y un ojo de bife con cabutia y chimichurri.

Vale la pena probar las papas rösti con pepperoni y tomate. Una característica de este lugar es que la parrilla siempre parece vacía; la carne nunca se sella y sólo va al fuego cuando el cliente la pide.

#. Fiera Parrilla Urbana. Se trata de un emprendimiento de Francisco Miranda, que viene de una familia de larga tradición gastronómica, quién puso el acento en la creación de una parrilla con carácter, joven, con estética industrial y aires contestatarios.

La especialidad es el asado costillar, ya que lo marinan con romero, tomillo, ajo, sal y pimienta por 24 horas, para luego tiernizarlo con una cocción de no menos de cuatro horas. El punto está cuando sale el hueso.

En este momento están lanzando Fiera al paso, una parrilla al paso, con propuesta más sanguchera, cuya boca es un gran ventanal que da a Pedro Goyena, y lo estarán replicando durante noviembre en Palermo, Núñez y en Devoto.

#. Don Julio. Siguiendo el protocolo eclesial, donde los de mayor jerarquía van últimos, hay que sumar a Don Julio, el mejor restaurant argentino, según se desprende el último ránking de The World’s 50 Best Restaurants.

La parrilla, que tiene 21 años en su haber, está capitaneada por Pablo Rivero, secundado por Guido Tassi, cultores de la buena carne, quiénes eligen las mejores piezas de novillo pesado criado a pasto.

Rivero es la tercera generación de una familia ligada al negocio de la carne ya que su abuelo tuvo una carnicería y el padre fue consignatario de hacienda, así que para el este rubro no tiene secretos.

Es la elegida por los extranjeros y hay que hacer cola para tener el privilegio de sentarse a sus mesas.

El ojo de bife, la entraña, el bife de chorizo y el bife de cuadril, los elegidos. Como guarnición, además de ensaladas varias y papas fritas sirven vegetales grillados y al vapor.

La casa cuenta con una flamante cava subterránea plena de etiquetas de toda la Argentina, que además cuenta con un salón privado para eventos.

Y la particularidad de Don Julio es que el local conserva ese estilo rural, telúrico, donde se respira un genuino ambiente criollo que lamentablemente no se ve en casi ningún otro establecimiento gastronómico de la ciudad.


Author: Cucinare

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