Olivia Saal, más conocida en Instagram como @lachica.pajaro, es chef y propietaria de Oli Ba, un café y panadería gourmet ubicado en el barrio de Palermo.
Recientemente, como muchos empresarios gastronómicos, reflejó el hartazgo ante la epidemia de las reseñas maliciosas que pululan en las redes en contra de los establecimientos del sector.
Por eso, la pastelera decidió que la mejor defensa era un buen ataque y que, si no podía vencer a los haters que la atacan constantemente, por lo menos contraatacarlos en su mismo terreno de combate.
En las últimas horas, Olivia anunció que abría una cuenta de Twitter para tener libertad para “bardear y quejarme”.
Claramente, la cocinera está cansada de tener que hacerse cargo de las duras críticas que le dedican, así que decidió, con un alias, participar de la conversación global de la red del pajarito y salir con los tapones de punta cuando corresponda.
En un posteo que compartió en sus historias de Instagram, Saal informó de su decisión con un contundente mensaje.
“Mudé a Twitter para bardear y quejarme. Me encuentran como @haribo_lady. Solo lo diré una vez”, avisó la pastelera, y luego dio a conocer su primer palito desde su nueva identidad virtual.
“Google reviews y quejarse por pagar $ 1.130 un alfajor y un latte. Nadie me pregunta a mí cuanto tengo que pagar por 10 kg de chocolate, 20 k por si querían saber de yapa”, disparó la empresaria gastronómica.
El debate está abierto y la inflación es la variable que perjudica a todos. A los que comandan negocios y deben luchar para mantener calidad y servicio, y a los que consumen en esos lugares.
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